Los negocios de Elon Musk más allá de Tesla y Twitter

Elon Musk, consejero delegado de Tesla, ha formalizado finalmente la compra de Twitter meses después de llegar a un acuerdo para su adquisición total por 44.000 millones. El sudafricano apuró el margen de tiempo que le dio el juez para realizar la compra y en su biografía en la red social ya aparce la leyenda “twitero jefe”. Musk suma así a su currículum un cargo más que deberá compaginar con la dirección de sus otras compañías, que no son pocas y van mucho más allá que Tesla y SpaceX, las más conocidas.

En parte, como admitió Ismael El-Qudsi, CEO de Internet República a Neomotor, es por eso que los inversores castigaron tanto a Tesla cuando se anunció el trato por Twitter. “Musk tiene cuatro o cinco compañías multimillonarias y su atención y su tiempo no es ilimitado. Sus horas como CEO de Tesla valen mucho dinero”. El sudafricano siempre ha sido un emprendedor desde que en 1995 creara Zip2 con su hermano, Kimball Musk, y ganara sus primeros millones para reinvertir en proyectos futuros.

Así las cosas, Musk ya ha empezado a trabajar en Twitter y su primer medida ha sido despedir a varios altos ejecutivos, incluyendo el consejero delegado, Parag Agrawal, el responsable financiero, Ned Segal y la mujer que estaba a la cabeza del departamento jurídico y de políticas, Vijaya Gadde, así como al principal abogado, Sean Edgett. Los dos primeros, según Reuters, estaban en la sede de San Francisco cuando se ha cerrado el acuerdo y fueron escoltados para abandonarla.

En este portal, Elon Musk es popular por su cargo en Tesla y por sus constantes salidas de tono en Twitter, pero la marca de coches eléctricos y la red del pajarito azul son solo dos de la docena de negocios que el directivo gestiona o ha impulsado en su vida. Estos son todos los negocios de Elon Musk.

Kimball Musk y Elon Musk crearon este directorio online que poco tenía que ver con el formato zip de compresión de archivos. Zip2 era una alternativa digital de las páginas amarillas, que no llegarían oficialmente a Internet hasta 1998. Ya entonces Musk mostraba cierta tendencia a avanzarse a los tiempos para destacar. Ambos hermanos vendieron la compañía por más de 300 millones de dólares a Compaq Computer Corporation en 1999, tres años después de que Elon dejara el puesto de CEO.

Poco tardó Musk en invertir parte de sus ganancias en X.com, un banco online lanzado junto a otros tres emprendedores. Esta compañía fue clave en la vida del sudafricano porque fue la predecesora de PayPal, su primer gran éxito. Pero no nos adelantemos. X.com, al contrario que los bancos tradicionales, permitía transferir digitalmente dinero, por corta que fuera la suma, sin los engorros de los bancos ni comisiones y suya es parte de la culpa de que la sociedad empezara a confiar en Internet para depositar y gestionar su dinero.

El modelo de X.com llamó la atención de Confinity, una compañía de software, y terminaron fusionándose para crear PayPal, una de las compañías digitales más exitosas de la historia. Elon Musk, mucho más joven pero con menos pelo, no tardó ni dos años en vender PayPal a eBay por 1.500 millones de dólares. Pese a que PayPal fue definida como una de las “peores ideas de negocio” en 1999, es ahora la cartera virtual más utilizada del mundo.

SpaceX es la cruzada particular de Elon Musk, la que debe servir para cumplir uno de los sueños, sino el más importante, de su vida, llevar al hombre a Marte. Por el camino, la compañía aeroespacial se ha convertido en la primera empresa privada en mandar una nave tripulada a la Estación Espacial Internacional. Además, SpaceX es considerada un actor revolucionario en su sector por su sistema de recuperación de cohetes para su reutilización, lo que abarata considerablemente los costes de lanzamiento.

Sus inicios fueron complicados, con Elon Musk comprometiendo toda la fortuna amasada hasta la fecha al éxito de SpaceX, que arrancó con tres pruebas de lanzamiento fallidas y con el empresario a un paso de la bancarrota. El resto es historia... y se puede ver en Netflix.

La primera desconocida. Elon Musk fundó esta fundación sin ánimo de lucro en 2002 -no sabemos si desgrava- para impulsar el uso de energías renovables, la investigación en pediatría y la educación, así como para desarrollar “inteligencia artificial segura para el beneficio de la humanidad”. Entre 2002 y 2018 ha aportado hasta 25 millones de dólares a estas metas, sobre todo a la última a través de OpenAI, otra de sus compañías, aunque nos estamos avanzando de nuevo.

Poca presentación necesita una de las pocas compañías automovilísticas de nueva creación que ha conseguido alcanzar la rentabilidad. De hecho, según Elon Musk, Tesla y Ford son las únicas firmas automovilísticas que nunca han estado en quiebra. Hasta el anuncio de la compra de Twitter, Tesla estaba valorada en más de un billón, con ‘b’, de dólares: 1.000.000.000.000 dólares, gracias a sobre todo a la confianza de los inversores en el mismo Musk. Productos como el Model Y, el Model 3 y la promesa de vehículos como el Tesla Roadster o el Cybertruck han convertido a la compañía en la marca que más eléctricos vende en el mundo.

Lo que pocos saben, sin embargo, es que Musk no fundó Tesla, sino que fueron Martin Eberhard y JB Straubel los impulsores del proyecto en 2003. Al año, Elon Musk invirtió 6,5 millones de dólares para entrar en la empresa a partir de una ronda de financiación, tomando un cargo directivo. Es CEO de la marca desde 2008 y fue presidente hasta que, en 2018, los reguladores del mercado norteamericano le obligaron a dejar el cargo por su famoso tuit anunciando la privatización de la compañía.

Los primos de Elon Musk, Lyndon y Peter Rive fundaron SolarCity en 2006 con el apoyo económico de su multimillonario primo. Para 2010 era la compañía líder en instalación de placas fotovoltaicas en Estados Unidos a través de un programa de leasing que facilitaba la compra por la reducción de la inversión inicial. Elon Musk pagó 2.600 millones para adquirirla en 2016 y convertirla en Tesla Energy.

Otra empresa sin ánimo de lucro, aunque cuenta con un área de desarrollo de inteligencia artificial (IA) que sí genera beneficios. Sus fundadores, entre ellos Musk a través de The Musk Foundation, aportaron 1.000 millones para arrancar con el objetivo de desarrollar sistemas de IA que puedan ayudar a la sociedad. Musk dejó el cargo directivo en la empresa en 2018 porque en Tesla también desarrolla sistemas basados en la IA, aunque sigue involucrado.

Elon Musk cofundó Neuralink en 2016 con el objetivo, dicho llanamente, de meter un chip en la cabeza de la gente para mejorar sus capacidades. Varios científicos y expertos son escépticos, pero Neuralink sigue trabajando e investigando con animales con planes de empezar a trabajar con humanos este mismo año.

Fundada como una subsidiaria de SpaceX, The Boring Company trabaja en un sistema de transporte de alta velocidad a través de túneles subterráneos. Los primeros prototipos están en fase de pruebas en las instalaciones de la aeroespacial en California y ya ha puesto en marcha una lanzadera subterránea en Las Vegas. Su objetivo final es el sistema Hyperloop, un túnel que cruzaría Estados Unidos para transportar personas entre ciudades. De The Boring Company también es el lanzallamas vendió en 2018 tras una iniciativa que arrancó de una broma en Twitter.

Tras aceptarse la oferta de Elon Musk para la compra de Twitter el pasado 25 de abril, se abrió un proceso de adquisición que ha sido, como se vaticinó, largo y complicado. Musk llegó a las oficinas de la red social, una vez consolidada la compra, con un lavabo al grito de “the bird is freed” (“el pajaro ha sido liberado”) y despidiendo a la mayoría de sus directivos. Según las primeras informaciones, el sudafricano recortará drásticamente la plantilla de la red social y buscará convertirla en mucho más que eso, una red social, transformarla en una plaza del pueblo donde la norma sea la libertad de expresión y desaparezca el anonimato. Veremos.

Elon Musk es un fan de las criptomonedas y ha confirmado en más de una ocasión que posee Bitcoin, Ethereum y Dogecoin, la criptodivisa basada en un meme. Se desconoce el dinero que tiene invertido en estos activos intangibles, en parte porque su valor fluctúa sin parar. De hecho, Musk ha usado Twitter con frecuencia para hacer subir o bajar el valor de las criptomonedas, lo que podría haberle generado beneficios multimillonarios.

El año pasado, Tesla empezó a aceptar Bitcoin como pago para sus coches, aunque semanas más tarde dejó de hacerlo por el impacto medioambiental del minado de la criptomoneda. Para atajar este problema, la compañía de coches eléctricos construirá un parque solar en Texas para producir Bitcoin ‘cero emisiones’.