Aston Martin Valhalla, un superdeportivo ‘mítico’
Valhalla es el primer Aston Martin de producción en serie con motor central, y también el primero en adoptar un sistema híbrido enchufable. Con un diseño inspirado en la Fórmula 1 y un tren motriz que combina un potente motor V8 biturbo de 4.0 litros con tres motores eléctricos, el Valhalla entrega 1.079 CV y 1.100 Nm de par. Estas cifras le permiten alcanzar los 100 km/h en apenas 2,5 segundos y una velocidad máxima de 350 km/h. Eso sí, solo podrán disfrutar de estas prestaciones los 999 afortunados que se hagan con una de las unidades de edición limitada, que comenzán a entregarse en el segundo semestre de 2025.
El Valhalla combina unas proporciones perfectas con una eficacia aerodinámica digna de competición. Mide 4.727 mm de largo, 2.011 mm de ancho y apenas 1.161 mm de altura, lo que le otorga una postura musculosa y eficaz sobre el asfalto. Su distancia entre ejes de 2.760 mm optimiza la estabilidad en pista, mientras que un peso en vacío de 1.655 kg, gracias al uso extensivo de fibra de carbono, asegura una relación peso/potencia de 652 CV por tonelada. La altura libre al suelo es de apenas 109 mm, lo que refuerza su enfoque en el rendimiento, y su monocasco de fibra de carbono proporciona rigidez estructural sin añadir peso innecesario.
Aerodinámica de Fórmula 1
La colaboración con Aston Martin Performance Technologies (AMPT), la división técnica del equipo de Fórmula 1 de la marca, ha sido clave para desarrollar una aerodinámica activa revolucionaria. A partir de los 240 km/h, el Valhalla genera más de 600 kg de carga aerodinámica, manteniendo esta cifra hasta su velocidad máxima de 350 km/h.
El alerón trasero y el splitter delantero se ajustan automáticamente en función del modo de conducción, con una de reducción de resistencia (DRS) que aumenta la velocidad en rectas. Durante frenadas fuertes, la aerodinámica activa actúa como un freno de aire, mejorando la estabilidad y reduciendo la distancia de frenado.
Interior artesanal
El habitáculo del Valhalla fusiona tecnología y artesanía. Los asientos de fibra de carbono ultraligeros, están diseñados para ofrecer la sujeción necesaria para mantener al piloto en su sitio ante el increíble agarre que ofrece el coche, mientras que el volante inspirado en la Fórmula 1, incrementa la conexión entre conductor y coche.
Un sistema HMI (Human-Machine Interface) avanzado proporciona información clave en una pantalla de alta definición ubicada en la columna de dirección. Entre sus funciones destaca un modo Race que muestra un tacómetro lineal y luces indicadoras de cambio de marcha, optimizadas para conducción en circuito. La personalización también juega un papel importante en el habitáculo. A través del programa “Q by Aston Martin”, los clientes pueden elegir entre acabados de fibra de carbono, tapicerías de Alcántara y una gama de colores exclusivos.
Un V8 exclusivo para el Valhalla
El motor V8 biturbo, diseñado exclusivamente para este modelo, genera 828 CV por sí solo y está acoplado a una transmisión de doble embrague de 8 velocidades con un diferencial trasero electrónico (E-diff). A esto se suman tres motores eléctricos que aportan 251 CV extra: dos en el eje delantero y uno integrado en la transmisión trasera. En conjunto, el grupo propulsor ofrece 1.079 CV y 1.100 Nm de par.
El sistema híbrido permite distintos modos de conducción. En el modo EV, el Valhalla puede recorrer hasta 14 km de forma totalmente eléctrica, con una velocidad máxima limitada a 140 km/h. En los modos Sport y Race, el motor de combustión y los eléctricos trabajan en conjunto para maximizar las prestaciones y la agilidad, gracias a funciones avanzadas como Torque Vectoring y regeneración de energía en frenado.
Un coche de competición
El Valhalla incorpora un sistema de Control Integrado de la Dinámica del Vehículo (IVC), que gestiona suspensión, frenos, dirección y aerodinámica. Este sistema ajusta continuamente el comportamiento del coche según las condiciones de la carretera o las preferencias del conductor.
El coche ofrece cuatro modos de conducción: EV, Sport, Sport+ y Race. Cada uno modifica las calibraciones del sistema híbrido, la rigidez de la suspensión y el comportamiento de los alerones activos. En el modo Race, el coche exprime todo su potencia, para ofrecer un rendimiento en pista digno de un coche de competición. En éste es fundamental contar con un sistema de frenado tan potente como el del del Valhalla: discos carbocerámicos de 410 mm en el eje delantero y 390 mm en el trasero, junto con un sistema brake-by-wire, garantizan una potencia de frenado óptima tanto en carretera como en circuito.