El Aston Martin Valhalla cuenta con toda la tecnología del F1 de Fernando Alonso
El Aston Martin Valhalla hereda toda la tecnología del Aston Martin Aramco Cognizant Formula One (AMF1) que pilota Fernando Alonso, a través del equipo Aston Martin Performance Technologies (AMPT), que asiste directamente al equipo de ingeniería de la firma británica en tres áreas clave: dinámica, aerodinámica y materiales.
El nuevo supercoche es el primero con motor central de producción en serie de la marca de lujo, pretende según la propia firma, ofrecer una experiencia sin precedentes. Para ello, el 90% de las características dinámicas y la puesta a punto del vehículo se han realizado en un simulador, mientras que la fase final de desarrollo se ha completado en el mundo real, en la carretera y en la pista. Y para ello ha contada con nada menos que con la colaboración de los pilotos de AMF1. Los conocimientos de Lance Stroll y Fernando Alonso llevan la dinámica del vehículo a un nuevo nivel, puesto que son capaces de llevar un límite extremo de rendimiento al Valhalla.
La ergonomía del puesto de conducción también se beneficia de las indicaciones directas de la Fórmula 1. Para empezar, la posición al volante se ha optimizado con el apoyo de AMPT para proporcionar al conductor un control al nivel de un coche de carreras. Los talones están elevados por un falso suelo que también contiene módulos electrónicos, y el asiento de tipo bucket de fibra de carbono puede reclinarse para lograr una posición más parecida a la del monoplaza AMR23. Pero sin dejar de ofrecer la comodidad de un coche de carretera. Esto ayuda a mantener una línea de techo baja y garantiza que el conductor se sienta realmente conectado al coche.
Otro aspecto que se ha cuidado al máximo es la aerodinámica, hasta el punto de que los bajos del Valhalla se han inspirado directamente en los del AMR23 para generar la mayor parte de su carga aerodinámica. Pero en realidad, todos y cada uno de los elementos de la carrocería de este coche están pesando para mantenerlo literalmente pegado al asfalto. A diferencia de la F1, el Valhalla puede beneficiarse de sistemas aerodinámicos totalmente activos tanto en la parte delantera como en la trasera, que generarán más de 600 kg de carga aerodinámica (downforce) a una velocidad de 240 km/h.
Al igual que el AMR23, el Valhalla cuenta con alerones delanteros y traseros, aunque el delantero queda oculto a la vista y puede estar plano en posición DRS para reducir la resistencia aerodinámica o inclinado hacia arriba para generar una enorme carga directamente delante de las ruedas delanteras. Detrás del splitter delantero la superficie bajo el suelo es cóncava, creando una zona de baja presión que genera carga aerodinámica adicional. Una vez más, esta característica puede controlarse como parte de los algoritmos de control activo del vehículo.
En principio, el alerón trasero es plano, generando un nivel básico de carga aerodinámica con una resistencia mínima. Sin embargo, en modo circuito se eleva para maximizar su efectividad. El coche gestiona activamente el ángulo de ataque del alerón para equilibrar continuamente la carga aerodinámica máxima y el DRS, con el fin de maximizar el rendimiento.
También hereda de la F1 las rejillas ranuradas en los umbrales laterales, justo delante de las ruedas traseras, y una toma de aire en el techo alimenta tanto la admisión del motor como los conductos de refrigeración de los intercoolers del turbo y para refrigerar la configuración Hot-V del motor.
El Valhalla utiliza la fibra de carbono en multitud de elementos, comenzando por el chasis monocasco. Esta estructura está pensada para maximizar la rigidez con un peso mínimo, garantizando el máximo control con una precisión milimétrica. Las secciones superior e inferior de la estructura están moldeadas en fibra de carbono mediante una combinación del proceso de moldeo por transferencia de resina (RTM) y la tecnología de autoclave derivada de la F1. El resultado es un habitáculo tremendamente rígido, resistente y ligero que ofrece los mejores atributos estructurales dinámicos de su clase y una seguridad sobresaliente, sin comprometer la ergonomía del conductor y los pasajeros.
Más de mil caballos
El Valhalla combina lo mejor del mundo de la combustión y el eléctrico, con un sistema híbrido de más de mil caballos de potencia. Utiliza el V8 más avanzado, reactivo y de mayor rendimiento jamás montado en un Aston Martin, junto con tres motores eléctricos para ofrecer 1.012 CV.
Dos motores eléctricos en el eje delantero permiten al Valhalla no sólo disponer de tracción a las cuatro ruedas, sino también un control totalmente independiente del par aplicado a cada una de las ruedas delanteras, una técnica conocida como “torque vectoring” o vectorización activa del par. Los motores eléctricos delanteros también proporcionan la función de marcha atrás, lo que permite ahorrar peso en la transmisión trasera. Un tercer motor eléctrico está integrado en la transmisión y proporciona potencia adicional a las ruedas traseras, además de actuar como motor de arranque/generador para el motor de combustión interna.
Se espera que el primer prototipo del Valhalla salga a la carretera a finales de este año para que el coche entre en producción en 2024.