Nuevo Ford Ranger Raptor.

Ford Ranger Raptor, imbatible sobre cualquier terreno

Ford ya ha inciado las entregas del nuevo Ranger Raptor, que llega con un motor gasolina de 292 CV y una mayor capacidad offroad.

Ford es el claro dominador del mercado de pick-ups en sus principales mercados, el estadounidense, con el F-150, y el europeo, con el Ranger. La firma del óvalo presentó la nueva generación del Ranger hace un año para consolidar este liderato -uno de cada dos pick-ups vendidos en Europa es un Ranger- y ahora se prepara para su lanzamiento con la presentación e inicio de comercialización del Ranger Raptor, su versión más radical. Para los que quieran vivir la experiencia Raptor, la compañía norteamericana anuncia que ya se están realizando las primeras entregas, mientras que el resto de acabados empezarán a llegar el año que viene.

Desarrollado por Ford Performance, el Ranger Raptor agarra la versión estándar y la convierte en la máquina definitiva. Un pick-up pensado para dominar cualquier entorno, sea carretera, sean caminos o paredes de piedra que parecen imposibles de subir con un enfoque marcadamente deportivo buscando elevar el listón de las prestaciones offroad.

Más potencia y chasis específico

Empezando por su apartado mecánico, el Ranger Raptor llega con un motor de gasolina EcoBoost V6 de 3.0 litros ajustado por Ford Performance que entrega 292 CV de potencia y 491 Nm de par máximo a las cuatro ruedas a través de su conocida transmisión automática de 10 relaciones. A partir de 2023 se incluirá el motor diésel EcoBlue de 2.0 litros disponible en su predecesor atendiendo a la ata demanda.

Un seguro fuera del asfalto.

Desde Ford han trabajado para que el conductor disponga de toda su fuerza en cualquier momento y para ello han incorporado un sistema anti-lag similar al del Ford GT de competición y del Focus ST que mantiene los turbocompresores girando al levantar el pie del acelerador para que, cuando se vuelve a pisar, la respuesta sea inmediata. El sistema de escape activo dispone de cinco modos de sonido, pasando desde el Silencioso hasta el más ruidoso, el Baja, disponible únicamente en los modos de conducción offroad.

Pero el Ranger Raptor no es solo pura potencia, sino un vehículo rudo y resistente con un chasis adaptado a esa personalidad. La gran novedad en este caso son los amortiguadores Fox Live Valve, que adaptan su respuesta en tiempo real para garantizar estabilidad en carretera y una absorción óptima fuera del asfalto. En una primera toma de contacto, nos sorprendió el poder de absorción de estos amortiguadores al dar un salto, aterrizando de forma realmente suave a velocidades altas. Según cuentan desde Ford, la máxima fuerza de amortiguación se da en el último 25% de su recorrido para una mayor protección en situaciones extremas.

Los amortiguadores varían su respuesta no solo a partir de las condiciones de la conducción y el firme, sino también a partir del modo de conducción seleccionado: Normal, Sport y Slippery (superficies resbaladizas) para la carretera y Rock Crawl, Arena, Barro y Baja para offroad.

Modo Baja, competición lejos de la carretera.

Elementos como una placa protectora delantera de acero, un escudo inferior para el motor y la caja de transferencia y los ganchos de remolque refuerzan la capacidad del pick-up estadounidense para salir airoso de cualquier situación complicada fuera del asfalto.

Sin miedo

El motor y el chasis trabajan codo con codo con un arsenal electrónico que contribuye a hacer del Ranger Raptor todo un seguro en terrenos complicados. En ese sentido, a su sistema de tracción total se suman ahora diferenciales de bloqueo delanteros y traseros que funcionan independientemente para facilitar la conducción en condiciones difíciles como fuertes pendientes con piedras, por ejemplo. Asimismo, cuenta con el sistema Trail Control (un control de crucero para offroad) y con un sistema de control de descensos y ascensos en el que el conductor solo debe ocuparse de la dirección.

Los modos de conducción antes mencionados trabajan además sobre el motor, la transmisión, el ABS, los controles de tracción y estabilidad, el escape, la dirección y el acelerador para buscar las mejores prestaciones en cada situación. El modo Baja, orientado a la competición offroad, configura todos estos sistemas para obtener el máximo rendimiento posible.

Imponente

Como suele ocurrir en este tipo de versiones, el Ranger Raptor introduce algunos cambios estéticos sobre el diseño visto en el Ranger estándar para incrementar la sensación de deportividad. En este caso, el resultado es imponente y los cambios se ven a simple vista empezando por su enorme parrilla con la inscripción ‘Ford’ en el centro y siguiendo con los pasos de rueda ensanchados y los paragolpes específicos y los gráficos y decoraciones típicos de esta variante inspiradas en la competición. De momento, hay disponibles hasta siete colores para la carrocería, incluidos el Naranja Code y el Gris Conquer exclusivos del acabado Raptor.

De serie, el Ranger Raptor dispondrá de luces matriciales LED, un sistema de luz de curva predictiva, luces largas antidestellos y nivelación dinámica automática para los grupos ópticos, así como llantas de diseño exclusivo de 17 pulgadas, neumáticos offroad de alto rendimiento firmados por BF Goodrich y estribos laterales de aluminio fundido.

Interior del Ford Ranger Raptor.

El interior mantiene el diseño visto en el Ranger estándar, en el que el protagonismo lo reclama a enorme pantalla vertical de 12 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento SYNC 4A -compatible con Apple CarPlay y Android Auto- y un cuadro de instrumentos digital de 12,4 pulgadas. Como detalles exclusivos destacan el volante de cuero con la inscripción Raptor, asientos deportivos también con el nombre del modelo, costuras de contraste en color Naranja Code, gráficos personalizados de Ford Performance y el eslogan ‘Built Tough’ (construido duro) de Ford y detalles del color de la carrocería en las salidas de aire.

Ford ya ha arrancado las entregas del nuevo Ranger Raptor a los primeros compradores. Su precio parte desde los 68.200 euros en España.

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