Kia EV9: un siete plazas que se conduce como un compacto

El “Plan S” de Kia sigue tomando forma y el trabajo de los coreanos es digno de un merecido reconocimiento. Sus diseñadores han dado un paso adelante en la batalla de la innovación, con propuestas transgresoras y vanguardistas bajo el lenguaje de diseño “Opuestos Unidos”. El objetivo es aprovechar la electrificación para convertirse en la firma de referencia, con 1.6 millones de eléctricos vendidos para 2030 en Europa y un crecimiento del 28,5% en los próximos 7 años. Para ello, necesitan una gama completa que incluya, también, un buque insignia del talante del Kia EV9.

Hace unos meses tuvimos nuestro primer contacto con este SUV de 6 o 7 plazas que, pese a tener un precio de 86.200 euros en España, sigue alejado de sus competidores del segmento premium como el Mercedes-Benz EQS (124.429 euros) o el Volvo EX90 (102.269 euros). Solo existe un eléctrico de siete plazas más económico y es el BYD Tang, con un claro enfoque al precio como argumento de compra. El Kia EV9, en cambio, no pretende ser un todocamino de lujo, pero se les acerca sin reparos con un nivel de acabados exquisito, dotación tecnológica a la última y una imagen sólida.

Las primeras impresiones son vitales y, con 5,01 metros de largo por 1,75 m de alto, 1,98 m de ancho, el impacto que genera su silueta estructurada es el primer punto positivo del EV9. Se construye sobre la plataforma E-GMP, que usa el Kia EV6 y también promete ser la del futuro EV7, pero esta vez con 3,10 metros de distancia entre ejes. Pese a lo exagerado de su tamaño, este SUV resultó eficaz para la circulación urbana. Posiblemente, su imponente diseño ayudó a que el resto de los usuarios nos cediera cierto margen en las maniobras.

Durante la presentación y posterior prueba del Kia EV9, nos explicaron algunas curiosidades tecnológicas de los modelos GT-Line. En España solo se comercializará esta variante con dos motores de 141 kW, con un par del delantero de 350 en el GT-Line y trasero de 350 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y ofrece un recorrido de 497 kilómetros (WLTP), con un consumo homologado de 22,8 kWh/100 km que conseguimos reducir a 18 kWh/100 km durante un tramo de curvas a un ritmo relajado.

La batería es de 99,8 kWh y admite cargas ultrarrápidas de 800 voltios. Se carga en solo 24 minutos en tomas de 350 kW, pero lo lógico sería cargarlo en casa mediante tomas trifásicas de hasta 10,5 kW, por lo que tardaría cerca de 10 horas. Pocos nos imaginamos el parking que aceptaría un Wallbox de esas capacidades, pero el hogar que acogió nuestra presentación en La Finca (Madrid) podría ser el futuro de un Kia EV9 como el que probamos.

Justo en la puerta se encontraba la unidad que conducirá Rafa Nadal, embajador de la firma y futuro propietario de un Kia EV9 GT-Line color azul Ocean mate. Ese tono resalta, todavía más, el aspecto vanguardista de una silueta americanizada pero digital.

El frontal mantiene la configuración “tiger face” pero con la parrilla ciega y los grupos ópticos LED que recuerdan a una constelación, la misma firma lumínica que imitan los pilotos traseros. Las llantas de esta unidad son de 21 pulgadas, específicas para el tope de gama.

La conducción eléctrica es más confortable que la térmica y cualquier apasionado a la automoción sería incapaz de cuestionarlo. Conducir el Kia EV9 es circular en silencio, sin vibraciones o ruidos derivados del motor, y con un empuje casi instantáneo que mejora las reacciones de un vehículo de 2.648 kilogramos de peso.

Es un dato notable, pero el dinamismo de este SUV de hasta siete plazas nos ha sorprendido gratamente por su facilidad, estabilidad y prestaciones. Pese a sus cotas y altura libre al suelo de 177 milímetros, el EV9 completó una ruta por Madrid y la Sierra con un confort de rodadura excelente en cualquier tipo de vía. Los modos de conducción Normal, Sport y Eco afectan a la reactividad del acelerador y conviven con los modos Snow, Mud y Sand, que modifican el envío de par para solventar cualquier situación de pérdida de tracción.

Las sensaciones al volante son más agradables y naturales que las de un BYD Tang, su principal rival por precio, y son muy próximas a la de sus competidores del segmento premium. Incluso su sistema de frenos, con discos ventilados de 360 mm delante y 345 mm atrás, son capaces de detener el EV9 en un abrir y cerrar de ojos. Es un atributo relevante, dado que su enfoque lo convierte en un coche para viajar en familia y, en ese sentido, se lleva nuestro aprobado notable.

El habitáculo del EV9 es familiar, de eso no hay duda, pero también altamente tecnológico. Tiene un maletero de 828 litros de capacidad en sus configuraciones de 4 o 5 asientos y pasa a 312 l o 333 l para seis y siete plazas respectivamente, pero lo sorprendente está frente a las plazas delanteras. Este SUV, mantiene la estructura de pantallas panorámicas de la firma, pero añade una tercera superficie de 5,1 pulgadas para la climatización y, por tanto, suma 30 pulgadas en total.

Más allá de la evolución digital, me gustó especialmente ver como Kia mantiene también botonería háptica bajo las pantallas e incluso los botones analógicos de toda la vida para el acceso rápido a las luces de emergencia y climatización. Un respeto por la tradición que no solo mejora la seguridad, también convive de manera excelente con soluciones vanguardistas como los retrovisores digitales, el sensor de huella dactilar o la posibilidad de llevar tu llave en el smartphone.

Kia no espera resultados de volumen para su buque insignia y es lo más realista. Su precio lo sitúa por debajo de la competencia, pero sigue siendo un nicho por explotar y dependiente de la infraestructura de carga pública. En su primer año, se conforman con vender 200 unidades de Kia EV9 y es que, tal como aseguró Emilio Herrera, presidente de Kia Iberia: “Seguimos siendo generalistas, no podemos competir con las firmas premium alemanas”.

Frente a la invasión de las marchas chinas, Herrera está tranquilo y asegura que son rivales del segmento “low-cost”, en el que se encuentran muy pocas marcas europeas a día de hoy.