Lamborghini convierte el sonido de sus motores en canciones de Spotify
Ya se puede decir de forma literal que el sonido del motor de 12 cilindros del Lamborghini Aventador LP 780-4 Ultimae es música para los oídos de los amantes del motor. Y es que la marca italiana celebra el canto único de sus motores atmosféricos V8, V10 y V12 con el lanzamiento de ‘The Engine Songs’, un conjunto de tres listas de reproducción disponibles en Spotify (con portadas del diseñador gráfico Vasjen Katro) y concebidas asociando el sonido del motor con la música que fluye de las vibraciones. Veinticuatro pistas para cada recopilación que fusionan la emoción de las explosiones de los motores de combustión con la psicoacústica y la inmersión de los sentidos en la experiencia de conducción más absorbente.
Este viaje musical se pone en marcha con el motor V12 del Aventador LP 780-4 Ultimae, el último descendiente de la tradición deportiva de 12 cilindros que ha equipado los modelos más icónicos de la Casa del Toro Salvaje durante casi 60 años. El motor a bajas revoluciones ‘canta’ en F SHARP (92,50 hertzios), la misma tonalidad que la pista Canone infinito de Lorenzo Senni. A 4.000 rpm, los pistones afinan en Sol (98 hertzios), la velocidad de crucero a experimentar con Run Away de Ben Böhmer de fondo. En el pico más alto de 8000 rpm, se eleva en cambio el G SHARP (103,83 hertzios) de Sam Collins y su We Can All Dance.
Para singularizar los temas de ‘The Engine Songs’, el productor musical Alex Trecarichi, en colaboración con los ingenieros de sonido de Lamborghini, aplicó las fórmulas de la Transformada de Fourier a la música del motor. Se trata de una transformación matemática que el cerebro activa instintivamente para descomponer un sonido en sus infinitos subcomponentes. Trecarichi reprodujo esta cualidad natural en el estudio utilizando la inteligencia artificial. “Es un proceso que nos permitió encontrar las frecuencias fundamentales del motor que coinciden con las tres fases de su expresión: el ralentí, la velocidad de crucero a 4.000 rpm y su máxima potencia”.
Ayudando a Trecarichi en la aventura estuvo el ingeniero aeroespacial y de sonido Mario Mautone, coordinador de NVH de Lamborghini para todo el vehículo y figura clave junto con el productor musical de la serie de entrevistas en vídeo ‘The Engine Songs: Hablemos de V8, V10, V12’. “Una de las muchas cosas en las que trabajo es la dureza, es decir, conseguir la rugosidad del sonido que nos distingue”, explicó Mautone. “Es esa aspereza y ese eco metálico lo que luego se plasma en la experiencia psicoacústica, la respuesta química y emocional a la onda sonora que nuestro cerebro transforma en emociones y recuerdos positivos”. “El sonido de un violín: ese es el instrumento con el que se puede comparar el V12 del Aventador LP 780-4 Ultimae”, dice el coordinador de NVH de Lamborghini. “El crescendo que el motor es capaz de desarrollar, desde el más bajo hasta el más alto, es exactamente el mismo”.
Esta relación entre el motor de 12 cilindros y la música existe desde los inicios de Lamborghini. El 350 GT se entregó en 1964 a Giampiero Giusti, uno de los más famosos bateristas de jazz de los años sesenta. Una versión posterior, un 400 GT rojo, perteneció al bajista y vocalista de los Beatles, Paul McCartney, y apareció en muchos documentales sobre los Beatles y en el videoclip de su último concierto, en la azotea de su sede en el número 3 de Savile Row, en Londres.