Nissan reúne lo mejor de sí mismo en el Ariya
Hace ya más de 12 años que Nissan puso a la venta el Leaf, un coche eléctrico que marcó el inicio de una nueva era en la historia del automóvil. Aunque el fabricante nipón ha sido durante muchos años líder en coches eléctricos, nada es para siempre, y como bien dice el refranero español, ‘renovarse o morir’. Por eso, y aunque haya tardado en llegar, el Nissan Ariya ya está aquí.
El Ariya ha sido un modelo muy esperado. Y es que Nissan ha sido durante muchos años líder tanto de coches eléctricos, gracias al Leaf, como de crossovers, gracias a modelos como el Qashqai o el Juke. Así que lo tenía “fácil”: tenía que unir ambos mundos y crear un crossover 100% eléctrico.
A nivel estético el Ariya muestra un nuevo lenguaje de diseño con un marcado carácter deportivo gracias a ese aspecto pseudocoupé. Por tamaño, se sitúa entre un Qashqai y un X-Trail. Mide 4,6 metros de largo, 18 cm más que un Qashqai, por 1,85 metros de ancho, una altura de 1,66 metros y una distancia entre ejes de 2,77 metros.
Su diseño te puede gustar más o menos, pero lo que es innegable es que es llamativo gracias a su aire futurista. Durante esta prueba, puedo confirmar que la gente se ha girado a mirarlo y conseguir ese efecto hoy en día con la gran oferta que hay en el mercado, es todo un logro.
Pero sin duda, lo que más llama la atención es su frontal, gracias a una enorme calandra carenada en negro brillante con un tramado de aspecto japonés. Y en medio encontramos el nuevo logo de Nissan que se estrena en este coche, un logo que se ilumina. Y vemos también unos afiladísimos faros led en forma de boomerang que perfectamente podrían parecerse al filo de una catana.
Desde el lateral podemos observar cómo Nissan ha dotado al Ariya con una leve caída del techo hacia la parte trasera, que le permite una opción de carrocería bitono con el techo en color negro. Observamos una estética más limpia con superficies lisas y líneas más fluidas para así beneficiar el coeficiente aerodinámico de 0,29, demostrando que el diseño también tiene una parte de funcionalidad. Y cuenta con llantas de aleación de hasta 20 pulgadas con un diseño carenado que le aporta mucha personalidad al coche.
La zaga no es tan llamativa como el frontal, pero sí destaca por su robustez y por una ligera caída de la luneta trasera que le otorga ese aspecto pseudocoupé. Es aquí donde encontramos un alerón que ayuda a mejorar ese coeficiente aerodinámico mencionado anteriormente y unos alargados pilotos traseros unidos entre sí por todo el ancho del vehículo.
En cuanto al maletero, dispone de portón eléctrico con función manos libres de serie, tiene una boca de carga bastante ancha para facilitar la carga de objetos y cumple con los requisitos generales de una familia. Pero, sin embargo, es de los más pequeños del segmento, con una capacidad de 468 litros para los modelos de tracción delantera y de 415 litros para los e4ORCE o tracción total.
Un interior minimalista y premium
El diseño interior del Ariya es minimalista y muy amplio. La calidad del habitáculo es muy alta tanto a la vista como al tacto, por lo que no tiene nada que envidiar a modelos más premium.
Al acceder al vehículo encontramos un cuadro de instrumentos digital con dos pantallas táctiles de 12,3 pulgadas en forma de ola y la curiosa consola central deslizable. El sistema de infoentretenimiento es muy intuitivo, con muchas posibilidades de personalización además de contar con navegador, conectividad con Apple CarPlay y Android Auto y asistente de conversación de Alexa de Amazon.
Pero sin duda, lo que más me ha llamado la atención son los controles de climatización integrados en la consola central que pasan totalmente desapercibidos. Cuando el vehículo está en funcionamiento los iconos se iluminan. Se trata de mandos hápticos, táctiles y aunque al pulsarlos transmite esa sensación de estar pulsando un interruptor mecánico, nos obligan a apartar la mirada de la conducción.
En contrapartida, hay botones físicos como el del control de volumen que a nivel estético son muy bonitos. Se trata de unos botones perfectamente integrados en la madera y quedan muy elegantes.
La evolución no es solo visual, también han mejorado el sistema ProPILOT. Este escudo de protección combina el control de crucero adaptativo y el sistema de mantenimiento de carril, junto a la cámara 360, para realizar una aproximación a la conducción autónoma.
Y pasamos a las plazas traseras, que son muy amplias. Yo mido 1,62 metros por lo que no tengo problemas de espacio ni para rodillas ni para la cabeza. Igual una persona de 1,90 metros puede rozar la cabeza con el techo, pero generalmente se puede viajar cómodamente en el Ariya. En el puesto central puede viajar un tercer pasajero bastante cómodo también ya que al tratarse de un eléctrico no dispone de túnel central. Y para rematar esta banqueta trasera, dispone de asientos calefactados, salidas de ventilación y tomas USB.
Más de 500 km de autonomía
Bajo la carrocería del nuevo Ariya se esconde un amplio surtido de motorizaciones completamente eléctricas diseñadas para satisfacer las necesidades de todo tipo de conductores. Y es que está disponible con dos tamaños de batería, 87 y 63 kWh, así como con dos o cuatro ruedas motrices, y también una versión Performance de alto rendimiento y 394 CV de potencia. La autonomía homologada máxima del Ariya supera los 500 kilómetros según el estándar WLTP y puede recargarse utilizando potencias superiores a los 100 kW, posibilitando así realizar largos desplazamientos por carretera.
Lo primero que sientes al recorrer los primeros kilómetros al volante del Ariya, es estar a los mandos de un coche extremadamente cómodo y fácil de conducir. La buena insonorización del habitáculo, el silencio de rodadura, la suavidad tanto de la dirección como del resto de mandos del vehículo, junto a la ergonomía de sus asientos, hace que se disfrute de una placentera experiencia de conducción en cualquier contexto.
Además, cuenta con la función e-pedal para poder conducir el coche prácticamente con el pedal del acelerador. Pero al contrario que otros sistemas de este tipo, el del Ariya no detiene por completo el vehículo cuando soltamos por completo el pedal, para que según Nissan, “sigamos atentos a la conducción”. Pero lo cierto es que puestos a ofrecer esta posibilidad, lo ideal es que el coche se detenga por completo para poder manejarlo realmente tan sólo con el acelerador, lo que en conducciones urbanas es mucho más cómodo.
La variante del Ariya que hemos probado, con 242 CV y 300 Nm no es de los coches eléctricos más enérgicos que hemos llevado, pero tiene la suficiente potencia como para mover ágilmente el vehículo en cualquier circunstancia. Además, si se quieren más prestaciones se puede optar por el motor tope de gama con 294 CV. El conjunto propulsor de la unidad de pruebas destaca por su equilibrio entre fuerza y consumo, logrando un buen compromiso para un uso diario del vehículo.
Desde 47.700 euros
Podréis encontrar el Ariya desde 47.700 euros en su versión de acceso. Este SUV 100% eléctrico es una opción muy interesante, si el bolsillo lo permite, ya que dispone de una dotación de serie muy completa, tiene un habitáculo extremadamente cómodo a pesar de que el maletero no sea de los mejores del segmento, un abundante equipamiento de seguridad y por supuesto, a nivel mecánico es perfecto para el día a día en ciudad. Y vosotros, ¿qué opináis del Nissan Ariya?