Porsche Cayenne: últimas pruebas off-road previas al lanzamiento

El nuevo Cayenne está a la vuelta de la esquina, pero antes debe ser sometido a exigentes pruebas de resistencia que aseguren los estándares de calidad de Porsche.

Los vehículos nuevos que circulan por nuestras carreteras hace años que empezaron su camino. Primero son un simple boceto, una idea sobre un lienzo en blanco que suele partir del diseñador, en consonancia a las necesidades y tendencias del momento. Puede pasar más de un lustro hasta que sean una realidad, pero las actualizaciones o nuevas generaciones, en cambio, tratan de mejorar lo existente. En el caso del Porsche Cayenne el reto es significativo y por ello se renovará en todos sus aspectos: motores, chasis, diseño, equipamiento y conectividad.

Ante dicho desafío, Michael Schätzle, Director de la Gama Cayenne lo tiene claro: “Es una de las actualizaciones de producto más importantes en la historia de Porsche”. Preparar meticulosamente un lanzamiento como del nuevo SUV de Stuttgart nos recuerda a procesos ya vividos, como el del Taycan en 2019. Durante su fase de pruebas, el eléctrico de Porsche recorrió un total de seis millones de kilómetros en todo tipo de entornos y situaciones climáticas, desde humedades del 20% al 100% hasta diferencias de latitudes de 85 metros bajo el mar a 3.000 metros de altura.

Algo similar nos explicaron desde Volkswagen con las pruebas finales del ID.Buzz, un modelo que en su fase prototipo alcanzó condiciones extremas de calor y frío para comprobar la resistencia de sus baterías. Situaciones que aseguran, de paso, la resistencia de la carrocería y su estanqueidad, al tiempo que certifican el funcionamiento de todos los componentes eléctricos y el sistema de control de la temperatura ante cualquier situación.

Las pruebas off-road

Lo mismo sucede ahora con el futuro Porsche Cayenne, que debe poner a prueba las importantes modificaciones en el chasis semiactivo en busca de más confort, deportividad y capacidades todoterreno. Unas mejoras que también se aplican a su sistema digital, que estrenará pantallas y funciones de conectividad, junto a una iluminación HD-Matrix LED que facilitará la conducción de noche y la hará más segura.

La mayoría de estos componentes son de nuevo desarrollo y la introducción de tecnología siempre requiere de la precisión que se espera en Porsche. Las exigencias del cliente son superiores, por lo que no pueden conformarse únicamente con las simulaciones virtuales. El coche debe probarse en condiciones reales y de lo más exigentes, además de los más de 200.000 kilómetros en tráfico urbano, carreteras y autopistas.

En el caso del nuevo Cayenne, las pruebas se realizan en Asia, África, Europa y Norteamérica con más de cuatro millones de kilómetros de test. Exámenes que demuestran la estabilidad operativa y la integración adecuada de todos los componentes, incluso en situaciones extremas que el cliente jamás vivirá.

De los lugares recorridos, Porsche nombra parajes de Marruecos, las pistas heladas de Finlandia o el mítico circuito de Nürburgring Nordschleife como ejemplo de los cambios radicales de entorno. A partir de la primavera, cualquier propietario del nuevo Porsche Cayenne podrá ser testigo de los avances y promesas cumplidas, así como de la evolución vivida por una tercera generación que se lanzó en 2017.

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