El SsangYong Tivoli ofrece más de lo que promete por su accesible precio
Tras poner a prueba el nuevo SangYong Tivoli, hemos llegado a la conclusión de que estamos ante el SUV más honesto de su categoría, ya que ofrece exactamente lo que se espera de él. O incluso más si tenemos en cuenta que se vende desde 17.900 euros, un precio realmente accesible para como está el mercado automovilístico hoy día.
Hablamos de la versión 2024 recién lanzada al mercado por la firma coreana, con cambios estéticos, de equipamiento y mecánicos. Lo primero que llama la atención es su diseño exterior, con una frontal mucho más moderno en el que desaparece prácticamente la parrilla superior para crear un frontis carenado que se asemeja al de los coches eléctricos. Este frontal recuerda al del nuevo SsangYong Torres. También hay sutiles cambios en el lateral, y la zaga se mantiene prácticamente igual con la personalidad de las curvadas ópticas traseras.
En el interior encontramos algunas modificaciones en la configuración del salpicadero, los aireadores y la botonería para el sistema de climatización para renovar su aspecto, pero la novedad más destacable es el nuevo cuadro de instrumentos digital de 10,2 pulgadas configurable y el software del sistema multimedia que se refleja en la pantalla central de 8 pulgadas. Además de una mejor conectividad con el smartphome, resulta más rápido e intuitivo que el anterior, lo que eleva la sensación de calidad general.
Mismo tamaño que su predecesor
El Tivoli 2024 mide lo mismo que su predecesor, es decir: 4,22 metros de longitud, 1,81 de anchura y 1,61 de altura, con un maletero de 427 litros. Si se quisiese una mayor capacidad de carga, SsangYong ofrece el Tivoli Grand, con 720 litros, gracias a una carrocería que se extiende en esta renovación hasta los 4,48 metros de longitud, 1,81 de anchura y 1,65 metros de altura.
El Tivoli en su versión ‘corta’ ya ofrece una buena habitabilidad interior, con dos amplias plazas delanteras y espacio suficiente para que viajen tres personas en su banqueta posterior. Cabe destacar que el confort en el puesto de conducción es más que destacable para un vehículo de este precio. Además, el tacto de los mandos, la elección de los materiales y el cuidado por los ajustes, son óptimos, lo que consigue transmitir una buena sensación de calidad general.
Motor más potente
Uno de los avances más significativos en el nuevo Tivoli corresponde al motor. Sigue siendo un gasolina, pero pasa de ser un tricilíndrico de 1.2 litros a un cuatro cilindros de 1.5 litros con dos niveles de potencia disponibles: 135 CV y 163 CV. El primero va ligado a un cambio manual de 6 relaciones y el segundo como opción se puede asociar a una caja de cambios automática.
La unidad de pruebas montaba el propulsor de acceso. Los 135 CV son sificientes para mover con ligereza el coche en cualquier contexto, si bien en situaciones determinadas tocará jugar más de la cuenta con el cambio de marchas para que el coche no se quede atrás. Hablamos de ascensos a puertos de montaña o recuperaciones en carretera. Pero a ritmos normales el propulsor rinde con solvencia y con suavidad. Además se conforma con un consumo medio de unos 8 litros a los cien, que es más o menos la media en este segmento y en este tipo de motores sin hibridación.
Para los que quieran ahorrar en combustible, SsangYong ofrece la opción de montar un kit de Gas Licuado de Petróleo (GLP) por 2.750 euros, que además de permitir disfrutar de un combustible que está a menos de un euro por litro, dará acceso a la etiqueta ECO de la DGT.
Comportamiento general del Tivoli
La honestidad en el precio del Tivoli se traslada también a su comportamiento. Es un coche polivalente: agradable de manejar en ciudad, además de cómodo y seguro en carretera. No brilla por ser el más estable en vías rápidas ni curvas cerradas, tampoco el más ágil en la urbe, ni el más capaz fuera del asfalto; pero en cambio cumple con creces en todos estos contextos si no se le exige más de lo necesario.
La dirección tiene un buen guiado y transmite seguridad, las amortiguaciones mantienen un buen compromiso entre confort y estabilidad, y el coche frena fuerte y con un buen tacto en el pedal central. Quizá hubiésemos acortado un poco los recorridos de la palanca de cambios, pero ya es ponernse muy quisquilloso.
La sensación general del Tivoli 2024 es la de un coche bien construido, que no va a dar problemas a medio o largo plazo ni por mecánica, botonería o materiales. No en vano hablamos de la marca coreana con más solera y de una firma qiue siempre se ha caracterizado por la rudeza y fiabilidad de sus vehículo.