Toyota RAV4 GR Sport: estilo deportivo para el más vendido del mundo
Mientras el Hyundai Tucson lidera el ranking como más matriculado en España, el resto del mundo apuesta por otro SUV como su favorito: el Toyota RAV4. Es, de lejos, el modelo más vendido en todo el planeta y le sigue el Corolla en segunda posición. El éxito de los japoneses no se pone en duda, como tampoco el acierto en su estrategia de marketing. Primero convencen al usuario de su fiabilidad, eficiencia y practicidad, pero no solo eso, ahora también le conquistan de manera aspiracional con versiones como el Toyota RAV4 GR Sport.
Esta gama, inspirada en las victorias de Toyota Gazoo Racing en el Rally Dakar o el Mundial de Rallies, abre las puertas al usuario más apasionado. Aquel que, pese a su lado racional que busca modelos de bajo consumo y fiables, quiere mostrar su carácter atrevido en su coche. Esta gama, llamada GR Sport no se puede confundir con las variantes prestacionales de la firma, que cuentan con especificaciones en pro de la conducción deportiva. Hablo, por ejemplo, del GR Yaris, Supra o el GR86.
Una familia al completo
La gran acogida de las versiones GR Sport ha puesto las cosas más fáciles a Toyota, sabían que debían completar su oferta con el más vendido del mundo. El Toyota RAV4 GR Sport es el último en llegar y lo hace con las dosis de diseño exterior e interior que lo identifican fácilmente, sin llegar a ser un paquete estético exagerado o aerodinámico. Las llantas, por ejemplo, son únicas para el modelo GR Sport, miden 19 pulgadas y su diseño de cinco radios dobles en acabado brillante han sido el resultado de una nueva técnica de labrado fino.
En esta versión encontramos una parrilla exclusiva, con un tramado distinto que simula la G (de GR) y crea sensación de profundidad a la par que robustez. Los antiniebla son ligeramente más grandes y se enmarcan en forma de boomerang. Lo más destacable, sin embargo, es el detalle decorativo en gris metalizado de la protección inferior del paragolpes, tanto delantero como posterior. El trasero gana enteros con la malla en la zona inferior de la zaga, el embellecedor negro brillante bajo la luna y la insignia que lo identifica como GR.
El RAV4 GR Sport de lanzamiento luce la combinación del rojo Emoción con el techo, alerón y pilar central en combinación con el negro, pero no es la única opción. Para su SUV más exitoso ponen a disposición una paleta amplia de colores, como los metalizados plata Luna, gris Grafito o azul Orión, junto a los tonos de los Gazoo Racing: Blanco perlado, Rojo Emoción y Negro Cosmo.
Para el interior son todavía más discretos, apostando por los oscuros para centrarse en la conducción. Una circulación que mantiene los estándares de confort que ofrece un RAV4 convencional, pero con asientos de regulación eléctrica y tapicería de cuero sintético combinada con ante y costuras en gris plateado. En el reposacabezas lleva grabado en relieve el logotipo GR, que se repite en el volante multifunción. El gris oscuro del exterior se cuela en piezas como las rejillas de ventilación, el marco de la consola central y una línea decorativa que cruza el salpicadero.
En España se dispondrá de un único paquete llamado GR Sport Plus y que incluye un mayor equipamiento que en el resto de países. A lo comentado se suma: techo panorámico, cámara de visión 360 grados, equipo de sonido premium JBL, levas en el cambio y el sistema Smart Connect+. Una ampliación que, lógicamente, no sale gratis y lo sitúa en los 50.600 euros de partida, el mismo precio que encontramos en un Toyota RAV4 Luxury o Adventure Plus (topes de gama).
Novedades del Model Year 2023
El RAV4 GR Sport nos sirve para hablaros también de las mejoras que introduce Toyota para 2023. Se tratan de evoluciones en el apartado tecnológico, con especial atención al sistema de infoentretenimiento. Esta vez, el SUV japonés incluye el cuadro de instrumentación de 12,3 pulgadas, que es de serie en el GR Sport, y estrena gráficos mejorados junto a las temáticas Casual, Smart, Tough y Sporty. En función de la elegida verás una disposición diferente de los indicadores (consumo, selección de audio, conectividad...) pero siempre mantendrá el velocímetro y la marcha engranada en el centro.
En cuanto a la pantalla central, el RAV4 introduce de serie la superficie de 10,5 pulgadas con Toyota Smart Connect (Connect+ en España). Se integra mejor en el salpicadero, pese a que el acabado negro del marco me sigue pareciendo demasiado ancho, de poca calidad y se ensucia con facilidad. Eso sí, se nota la mejora en los gráficos, su nitidez y la conexión inalámbrica con Apple CarPlay es todo un acierto. Lástima que sigue sin ser posible para Android Auto.
También nos han contado acerca de su agente de a bordo “Hey Toyota”, un asistente por voz que reconoce órdenes naturales, como “Tengo frío”. No hemos podido probar su eficacia durante el viaje por las carreteras nevadas de Suecia, como tampoco lo hicimos de su aplicación MyT y las funciones de bloqueo y apertura de puertas, encender las luces de emergencia, activar el climatizador o ver los detalles del vehículo. Tendremos que esperar a una prueba en profundidad, preferimos disfrutar de la conducción 4x4 de su sistema híbrido.
Cambios apenas perceptibles
En una situación como la de las carreteras suecas es difícil valorar los cambios dinámicos de una versión GR Sport. Toyota asegura que la suspensión es más rígida, mejorando así la agilidad y el aplomo del coche en curvas. Lo cierto es que, de todas las sensaciones que podía producir, me quedo con la de tener una dirección que transmite mejor lo que sucede en los ejes.
En cuanto a su propulsión, mantienen el sistema que tantos buenos resultados le da al RAV4 y estará disponible en su versión híbrida convencional e híbrida enchufable, ambas de tracción total. El primero de ellos, de 222 CV de potencia, está disponible en el configurador desde el 1 de febrero, pero para las variantes PHEV, de 306 CV conjuntos y hasta 75 kilómetros de autonomía eléctrica, deberemos esperar a 2024. Esta decisión forma parte de la red española, dado que son los modelos menos solicitados y que más retrasos acumulan en su producción.
Como comentaba, la tracción AWD-i está presente en ambas versiones y fue clave para que la experiencia en Lulea fuera excelente. Con los caminos helados, y nevados, el funcionamiento de este sistema de tracción resultó óptimo, ayudado también por los neumáticos Nokian con clavos. Pero, ¿Qué tiene este sistema de tracción 4x4? Como híbrido que es, el RAV4 AWD-i se nutre del motor eléctrico adicional, que se coloca sobre el eje trasero y recibe la energía regenerada durante frenadas o desaceleraciones.
Es un mecanismo independiente y con los años su refinamiento ha mejorado notablemente, llegando a mandar más par a las ruedas traseras que un modelo mecánico convencional. Para que nos hagamos una idea, la distribución del par puede variar entre 100% delante y 0% atrás hasta una proporción 20/80 respectivamente. Todo sea dicho, durante nuestra conducción, tanto por carretera como encima del mar helado, no hizo falta activar el modo Trail, que reajusta el par de cada rueda en función de la tracción de estas.