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Un día de descanso que no es tal

El campamento de Riad está en plena ebullición durante la jornada de descanso para preparar la segunda semana de competición

La jornada de descanso es uno de los momentos más preciados del Dakar y esta vez, después de una durísima semana de competición, agravada por las complicaciones meteorológicas, mucho más. Hoy los participantes disfrutarán de una jornada diferente, en la que podrán hacer un reset y cargar las pilas por el camino que falta por llegar a Dammam, punto final de este Dakar el próximo día 15 de enero.

Quedan por delante seis etapas, mayoritariamente de arena y las dunas pueden acabar siendo decisivas. Nadie puede bajar la guardia ni tan siquiera en la jornada de descanso.

Hay que matizar, sin embargo, que no es una jornada de descanso al uso, es decir, que uno no puede dedicarse a dormir, descansar y a otras cosas que no sea el Dakar. En definitiva, no es de campo y playa. No se puede cortar el ritmo de competición bruscamente y este día que pasaremos en Riyadh servirá para que los participantes pongan a punto sus vehículos, atiendan con mayor comodidad a los periodistas y se tomen un descanso suplementario.

Una fortaleza

La ubicación del campamento de Riyadh, al que las motos ya llegaron al final de la séptima etapa, se ha modificado con respecto al año pasado y con ello hemos estado de suerte, ya que el suelo está asfaltado y las lluvias no han afectado. Está en las afueras de la ciudad, envuelto desde hace días por fuertes medidas de seguridad, y para entrar hay que pasar numerosos controles de seguridad. Los dos atentados que hubo en 2022 han provocado que en esta ocasión las medidas de seguridad aumentaran notablemente y los vivacs estén cerrados a cal y canto.

El día de descanso es diferente para todos, especialmente para los mecánicos. El ajetreo que se vive junto a los coches y motos es impresionante. Digno de un espectáculo. Los que trabajan en los equipos oficiales centran la jornada a desnudar las máquinas y volver a montarlas desde cero, tratando de encontrar la más mínima señal de fatiga que pudiera entorpecer el normal funcionamiento de los vehículos. Es clave. Eso sí, de no mediar una avería grave habrá tiempo de una comida en familia y retirarse temprano para dormir.

Volver a la competición

Los copilotos disponen del primer día desde que empezó el Dakar para preparar las siguientes etapas. Pese a que no tienen el roadbook hasta 15 minutos antes de la salida, el recorrido es público y cogen referencias del terreno que se encontrarán. Eso sí, no se puede trazar ningún track de seguimiento porque la utilización de cualquier sistema de navegación adicional o el uso de los teléfonos móviles está absolutamente prohibido durante la etapa.

Es día también para las relaciones públicas y ahí es donde los pilotos tienen mayor protagonismo. Los encuentros con la prensa, los patrocinadores y las charlas de preparación con el equipo forman parte de un día en el que después de levantarse –mucho más tarde lo que es habitual- ya solo piensan en el siguiente día.