Volkswagen ID.X Performance: así sería el ID.7 de casi 600 CV
El Volkswagen ID.X Performance acaba de ser presentado en Locarno, en la tercera edición del ID.Treffen. Esta cita, ideada para los apasionados de los modelos eléctricos de la firma, ha sido la escogida para mostrar un prototipo que anticipa la existencia de una versión prestacional del Volkswagen ID.7. Un modelo que, además, servirá para poder hablar de tú a tú con sus rivales americanos, el Tesla Model S en cuanto a caballería se refiere.
Del ID.7 sabemos que se producirá sobre la plataforma MEB y que medirá 4,94 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,53 metros de altura, con una distancia entre ejes de 2,97 metros. En el CES de las Vegas se hablaba de un eléctrico capaz de alcanzar la cifra de los 700 kilómetros de autonomía, pero el modelo presentado en Suiza nada tiene que ver con los viajes de larga distancia.
Diseño agresivo
En el encuentro del Lago Maggiore se ha dejado ver el ID.X Performance, que no deja de ser un ID.7 con una dotación aerodinámica notable y guiños estéticos que adelantan deportividad. En este caso, la electrificación de la firma germana es agresiva, pero sin pasarse. En el frontal unas entradas de aire de mayor tamaño y un paragolpes negro brillante y splitter inferior terminado en una tira roja. Esa misma combinación se mantiene en pasos de rueda y los faldones laterales, que generan continuidad hasta la zaga.
La visión del perfil del ID.X Performance es su punta de lanza, con llantas de aleación de 20 pulgadas en un tono dorado como antaño y el alerón deportivo que promete una carga aerodinámica excelente. Además, desde la visión trasera le sienta fenomenal y combina a la perfección con los grupos ópticos oscurecidos y el paragolpes negro.
En el habitáculo la fórmula se mantiene, con asientos deportivos con la estructura en fibra de carbono y alcántara para elevar la sensación de deportividad. Algo para lo que también van muy bien las costuras en rojo y los elementos decorativos del volante, salpicadero y puertas en el mismo color.
Deportivo, pero eléctrico
Además, los ingenieros han reajustado elementos del chasis para incrementar la convergencia en 80 centímetros y el ID.X Performance es 60 mm más bajo que el ID.7, con un endurecimiento notable de los muelles y la suspensión. En las imágenes podemos ver una tercera pantalla, colocada en la consola central, que adelanta la posible gestión de ajustes mecánicos, modos de conducción y telemetría para los circuitos.
Mejoras más que necesarias para afrontar las prestaciones que surgen de sus dos motores eléctricos. De la variante básica, de 286 CV, pasamos a una potencia conjunta de 558 CV y tracción total, con función Boost para una aceleración de infarto y el bloqueo de diferencial para el eje trasero.