La capital del país, Asjabad, solo permite los coches de color blanco

Coches blancos o nada, la drástica y curiosa medida en la capital de Turkmenistán

Las normativas son muy diferentes en cada uno de los países, pero la capital de Turkmenistán no permite otro color de coches que no sea el blanco

En el corazón de Asia Central, la capital de Turkmenistán, Asjabad, brilla con un esplendor peculiar. Conocida por sus imponentes edificios de mármol blanco y avenidas impolutas, esta ciudad también presume una característica que desconcierta y fascina a partes iguales: la gran mayoría de sus coches son blancos.

Detrás de esta monocromática peculiaridad hay una historia digna de película. Durante el mandato del expresidente Gurbanguly Berdimuhamedov, quien gobernó hasta 2022, el color blanco se convirtió en sinónimo de suerte, pureza y prosperidad. Tanto era su apego a este tono que llegó a influir directamente en las normas de tráfico de la capital. Desde 2018, propietarios de coches oscuros se enfrentaron a un ultimátum inesperado: repintar sus vehículos de blanco para seguir circulando por Asjabad.

La transformación de una ciudad sobre ruedas

La implementación de esta regla no fue opcional. Los talleres de pintura en Asjabad vivieron un auge sin precedentes, mientras los ciudadanos, resignados, desembolsaban grandes cantidades para cumplir con las estrictas normativas. En poco tiempo, la ciudad se transformó en un “mar blanco” de automóviles que parecían reflejar la imponente arquitectura que caracteriza la capital turkmena.

Aunque la política no está extendida a todo el país, Asjabad es un ejemplo casi único en el mundo de cómo la estética y las creencias personales de un líder pueden redibujar el paisaje urbano y automovilístico de una nación.

En gran medida, la opción de que sólo circularan coches blancos se dio por la simbología y la estética, ya que se trata de la ciudad con mayor número de estructuras de mármol del planeta. Por esta razón, la ciudad es completamente blanca y los coches no podían ser menos.

Además, esta obsesión por lo pulcro no se queda solo en los colores, sino que tampoco está permitido circular con tu vehículo si está sucio, de forma parecida a Dubái. Así pues, Asjabad es una de las ciudades más curiosas del mundo, donde tampoco se le permite a los hombres tener barba y donde tampoco hay redes sociales.

¿Moda pasajera o tradición duradera?

Con la salida de Berdimuhamedov y la llegada de su hijo, Serdar Berdimuhamedov, como nuevo presidente en 2022, muchos se preguntan si la obsesión por el blanco continuará. Hasta ahora, no hay señales de cambio, y los coches blancos siguen dominando las avenidas.

Asjabad es una ciudad demasiado peculiar repleta de color blanco

Para algunos, esta peculiaridad es una carga. Para otros, una extravagancia cultural que convierte a Asjabad en un destino único para los amantes del motor y las curiosidades urbanas. Sin embargo, en dicha capital no tendrán problemas para elegir el color del coche ni preocuparse de qué color es más o menos seguro.

Sea como sea, los coches blancos de Asjabad no solo destacan por su limpieza y uniformidad, sino también por contar una historia fascinante sobre cómo el simbolismo puede conducir a una nación, literalmente, por un único camino cromático.

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