¿Cuándo puede viajar un niño en el asiento delantero del coche?
Todos los niños quieren ir en el lugar del acompañante, ya que además de disfrutar de una mejor visión, les hace sentirse mayores. Pero la ley dicta que no pueden hacerlo hasta superar los 135 centímetros de altura. No obstante, con motivo del Día del Niño, que se celebra cada 15 de abril, te contamos las tres excepciones en las que según la Dirección General de Tráfico (DGT) los niños pueden viajar en el asiento delantero del coche:
- Cuando el vehículo no disponga de asientos traseros.
- Cuando todos los asientos traseros ya estén ocupados por otros menores de las mismas características.
- Cuando no sea posible instalar en los asientos posteriores todos los sistemas de retención infantil (SRI).
¿Existe una edad concreta para ir delante?
Esta es la segunda gran pregunta de los padres a la hora de viajar en coche con niños. Y la respuesta es que no, la DGT no evalúa esta acción por la edad sino por la estatura del niño, recomendando que los menores sigan en las plazas posteriores utilizando los sistemas de retención infantil hasta que alcancen el metro y medio de estatura, puesto que los SRI reducen en un 75% las muertes entre los menores en accidente de tráfico y un 90% las lesiones que se derivan de éstos.
Cómo llevar a los niños en las sillitas infantiles
La organización británica Child Seat Safety desveló recientemente que dos de cada tres pequeños no viajan de forma correcta y segura en el coche. Y no se trata sólo de casos en los que no se usa la silla obligatoria, sino también de errores que pueden tener graves consecuencias en caso de accidente. Por ejemplo, este estudio asegura que la mayoría usa sistemas de retención inapropiados o asegurados de forma incorrecta. En juego, una reducción del 75% del riesgo de muerte y del 90% del de lesiones, según la DGT. Para cerciorarse de que los pequeños viajan seguros, sólo hay que seguir unas sencillas normas.
El Sistema de Retención Infantil (SRI) adecuado
La “sillita” debe estar homologada y ser la idónea para el menor según su altura y peso. No solo es la edad la que determina qué tipo se debe usar, sino su peso y medida. Según Javier Luzón, responsable del departamento de Desarrollo de la Seguridad en el Vehículo de Seat, “es sumamente importante que se use la sillita del grupo adecuado”.
La firma española cuenta con sillas de los diferentes grupos, homologadas según la última normativa europea, conocida como i-Size. Hay que tener cuidado, por otro lado, con las heredadas, de segunda mano, porque tras un largo periodo de tiempo los materiales tienden a deteriorarse y puede que no garanticen la protección original. Tras un accidente, también hay que sustituirlas.
Es importante leer detenidamente las instrucciones de la silla para instalarla correctamente y, después comprobar en cada viaje que está bien fijada. El método más sencillo y cómodo es el Isofix.
A menudo los pequeños llevan los arneses demasiado holgados, con lo que hasta pueden sacar los brazos, algo que podría tener graves consecuencias en caso de colisión. Los arneses deben ir tensados y lo más ajustados posible a su cuerpo. Un truco es intentar pellizcar la cinta. Si se puede, se deben ajustar un poco más.
SRI en el asiento delantero
Los asientos traseros son los más seguros, por lo que es donde deben viajar los niños. Aunque el asiento del copiloto está habilitado para colocar sistemas de retención infantil (SRI), sólo está recomendado usarlo en ocasiones muy excepcionales. En estos casos, hay que desconectar el airbag.
Sillitas infantiles a contramarcha
En caso de colisión frontal, el cuello de un bebé no está preparado para soportar el peso de su cabeza impulsada hacia delante, por eso las sillas de los grupos 0 y 0+ están diseñadas para colocarse sólo a contramarcha. Es obligatorio alargar esta posición como mínimo hasta los 15 meses, y es posible hasta los 1’05 metros de altura.
Los desplazamientos de casa al colegio acumulan el mayor número de conductas de riesgo. El 37% de los conductores reconoce haberlos llevado en alguna ocasión sin sillita. Otros dejan que los más mayores se abrochen solos, sin comprobar si lo han hecho correctamente.
En los viajes de pocos minutos, a menudo se deja a los pequeños con el abrigo puesto o incluso con la mochila escolar a la espalda. Son elementos que aumentan la holgura entre el cinturón y el cuerpo del niño, y pueden dificultar el buen funcionamiento del arnés.
Por otro lado, el equipaje y objetos en los asientos o en la bandeja trasera pueden convertirse en proyectiles en caso de un frenazo o colisión, de modo que lo mejor es guardarlo todo en el maletero.
Los adultos también con cinturón de seguridad
La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es un requisito indispensable para la educación, también en seguridad vial. El cinturón es obligatorio para todos y los niños imitarán la conducta de los padres, porque el ejemplo vale más que mil palabras.
Finalmente cabe recordar que en caso de accidente, y siempre que sea posible, hay que sacar a los pequeños de un coche siniestrado en su silla. Salvo riesgos inminentes, nunca hacerlo en brazos ya que se les podría provocar una lesión grave.