El truco definitivo para quitar la nieve del cristal del coche: Usa churros de piscina
El invierno aprieta cada día con más fuerza. Las temperaturas empiezan a descender muchísimo por las noches. De hecho, según datos de la AEMET, estas últimas madrugadas ha habido zonas de España que han llegado a los -12ºC.
Por lo tanto, el hielo y la nieve se convierten un estresante enemigo para los coches que se aparcan en plena calle. Sin embargo, desde Estados Unidos llega un truco que te permitirá retirar la nieve acumulada en la luna delantera de forma sencilla.
¿Cómo se hace el truco con churros de piscina para quitar la nieve del coche?
Para empezar, el truco es bastante sencillo de ejecutar, ya que solo necesitarás un churro de piscina, esos que todos hemos usado alguna vez. Este churro debe ser hueco, porque los otros no servirán para realizar el truco. Básicamente, tendrás que cortar con un cúter, o con lo que consideres, para que sirvan de ‘funda’ para nuestros limpiaparabrisas.
Te estarás preguntado para qué sirve esto, pues la realidad es que tiene hasta dos utilidades. La primera, protege tus limpias de que se congelen por la nieve o el frío y se estropeen. La segunda, para retirar de forma fácil y sin dañar estos elementos del coche la nieve acumulada.
De hecho, es un buen recurso hasta si no hay nieve, ya que el frío puede dañar gravemente los limpiaparabrisas. Unos elementos del coche que cuesta cambiarlos entre 20 y 60 euros, mientras que los churros de piscina no cuestan más de 4 euros. Por ello, con este simple truco proteges los limpias y, en caso de que nieve, estarás preparado para retirarla de forma fácil y rápida.
Por otra parte, estos churros se han usado en otras situaciones como truco interesante. Por ejemplo, hay quienes los colocan en las puertas cuando aparcan. Lejos de parecer unos locos, estos conductores lo hacen para que cuando aparquen no les golpeen ni arañen el coche.
Tampoco podemos olvidarnos de que muchos otros los colocan en las paredes o columnas de su parking. Este es más típico de ver, ya que la función es parecida al anterior caso: no golpear con la puerta o amortiguar el impacto para que no haya abolladuras ni arañazos.