Esta es la ridícula manera en la que los finlandeses se ‘divierten’ en los coches de choque
Finlandia es sin lugar a dudas uno de los países más civilizados que hay en todo el planeta. Y la mejor muestra de ello quizá sea la forma en la que utilizan los coches de choque.
Cuando el trabajador de General Electric, Victor Levand, inventó los coches de choque, nunca pensó que alguien los pudiese utilizar de ese modo. Y es que su finalidad era la de chocar entre ellos para divertirse. Golpearse y tratar de esquivar a otros coches es la razón de ser de una de las atracciones de feria más conocidas y antiguas de las ferias.
Pese a ello, los finlandeses prefieren utilizarlo de otro modo. Su extraordinario sentido del respeto, hace que no quieran chocar con otros usuarios, de modo que todos se dedican a dar vueltas sobre un eje central como si circulasen por una rotonda infinita. Tras avisar por la megafonía de la atracción que está prohibido chocar, como ya indican los carteles del recinto, los coches se ponen en marcha. Lo hacen de forma pausada, y con una sincronización perfecta para ni si quiera tocar a otros coches. En caso de cometer un error y colisionar con otro carrito, piden disculpas y siguen dando vueltas con una inexplicable sonrisa en el rostro.
La verdad es que no entendemos cómo se pueden divertir de este modo. Pagar para dar vueltas a una rotonda, está muy lejos de lo que en el resto del mundo se entiende por diversión. De hecho, si los primeros coches de choque se hubiesen montado en Finlandia, jamás hubiesen triunfado a nivel mundial como lo han hecho.
Los coches de choque nacieron en 1920, después de que los que los hermanos Stoehrer desarrollasen la patente sobre la idea original de Levand, al crear la ‘Compañía de Choque’ a principios del siglo XX. Aquellos primeros cochecitos estaban hechos de una chapa muy rudimentaria que se deformaba y podía causar heridas a los usuarios tras los primeros choques. Por suerte, ahora son mucho más seguros y admiten golpes de todo tipo sin ningún riesgo, gracias a la calidad de los materiales y a las protecciones de gomas que llevan los vehículos.
Pero esta no es la única curiosidad relacionada con los coches en Fibnlandia. En el país nórdico, las multas de tráfico se pagan en función del poder adquisitivo del infractor. De modo que un rico pagará mucho más por saltarse un semáforo, que si lo hace una persona con menos recursos económicos.
Uno de los casos más conocidos es el del CEO de Nokia, que tuvo que pagar 116.000 euros por superar los límites de velocidad por tan sólo 25km/h, ya que en vez de ir a 50 km/h, iba a 75 km/h. Esta se convirtió en la multa más cara del país.
Otra curiosidad es que en Finlandia hay más saunas que coches. La sauna es toda una tradición en este país, y no hay casa que se precie en la que no exista. En cambio, existe una gran tradición y cultura por el uso del transporte público, principalmente en las grandes ciudades, por lo que tener un vehículo propio no es algo tan necesario.
Como podéis ver, los fineses tienen unas tradiciones muy distintas a las de España. Quizá podamos entender lo de las multas y lo de las saunas debido al frio, pero lo que es incompresible es que se puedan divertir en los coches de choque que no chocan.