Los coches en muy poco tiempo serán centros de entretenimiento
Prácticamente todos los coches nuevos que se venden en la actualidad, independientemente de su precio, son coches conectados. Y es que hay que distinguir entre un vehículo conectado y uno autónomo.
Un coche conectado es aquel tiene la capacidad de recibir datos e información de una fuente externa y/o conectarse al teléfono del usuario. Mientras que el vehículo autónomo no solo se comunica con su entorno, sino que además tiene la capacidad de tomar decisiones aplicarlas en la conducción sin necesidad de intervención humana.
Hoy día casi todos los modelos nuevos son coches capaces de conectarse a los smartphones del propietario, recibir información en tiempo real en el navegador, actualizarse de forma inalámbrica e incluso comunicarse con los pasajeros mediante comandos de voz y, además, ya tienen algún tipo de conducción autónoma, gracias a los sistemas ADAS del vehículo. Aunque no son capaces de conducir por sí mismos en todo momento, ya permiten pequeñas asistencias en carretera gracias a que muchos integran tecnología como para ofrecer un nivel 2 de conducción autónoma. En este reportaje podéis ver en qué consiste cada uno de los 5 niveles que existen.
Para disfrutar de la conducción autónoma es fundamental el despliegue el 5G de forma generalizada, algo que todavía parece lejano pero que viendo la gran evolución tecnológica general y del sector automovilístico en particular en apenas décadas, llegará antes de lo que esperamos.
Hasta entonces vamos a ir disfrutando de la conducción semiautónoma en diferentes niveles, gracias a avances tecnológicos que ya incluyen los coches más modernos y que irán llegando poco a poco a nuestros vehículos.
Tecnología que cambiará la forma de conducir