Ni gasolina, ni diésel, este es el único combustible que cuesta menos de un euro por litro
Aunque el precio de la gasolina sin plomo se ha estabilizado, y el diésel sigue cayendo mes tras mes, a día de hoy sólo hay un tipo de combustible para nuestro coche que podamos considerar barato. Si quieres ahorrar pásate al gas licuado de petróleo (GLP), ya que pese a la inflación generalizada, es el único carburante que se mantiene por debajo del euro. Un litro de GLP cuesta de media en España 0,93 céntimos.
Tenemos que remontarnos hasta marzo de 2020 para encontrar la última vez que el litro de diésel costaba menos de un euro. Desde entonces, tanto el gasóleo como la gasolina sin plomo no han dejado de subir de precio, hasta un máximo histórico en el que superaba con creces los dos euros por litro.
Por contra, el GLP siempre se ha mantenido relativamente estable en este tiempo, y nunca ha superado el euro, siendo mes tras mes y año tras año el combustible más barato que puedes echarle a tu coche. Para ello debes contar con un vehículo con motor bifuel de GLP., ya sea mediante una conversión posterior a la compra, o con un coche que ya salga de fábrica con esta dualidad.
Los coches GLP tienen etiqueta ECO
El GLP, además de su bajo precio, permite acceder a la Etiqueta ECO de la DGT, con todas sus ventajas:
Los coches de GLP son sin duda los más económicos para poder disfrutar de la etiqueta Eco de la DGT, ya que los de GNC tiene el precio del carburante por las nubes, y los electrificados son mucho más caros.
Cómo repostar GLP
Echar gas licuado de petróleo al coche es casi tan sencillo y rápido como poner gasolina. Tan sólo hay que enroscar un adaptador a la toma de GLP del coche, para después acoplar la manguera a este e iniciar la carga. El proceso es un poco más largo que en un surtidor común de gasolina, e igual de seguro. Pero con la enorme gran ventaja de que te gastarás mucho menos en combustible, ya que como hemos dicho al inicio, el GLP es mucho más barato que la gasolina o el diésel.
El GLP aumenta la autonomía del coche
La última gran ventaja que podríamos destacar del GLP es que al contar con un tanque de combustible independiente al de la gasolina, se multiplica la autonomía de uso. Por lo general, el coche consumirá primero el gas licuado de petróleo, y cuando este se agote comenzará a utilizar la gasolina, sin que el usuario apenas se percate, ya que la transición es inmediata y no hay pérdida de prestaciones. Aún así, lo más aconsejable es repostar el GLP antes de que se acabe, para poder beneficiarse del ahorro que supone hoy día la gran diferencia de precio que existe entre el gas licuado de petróleo y la gasolina sin plomo.