¿Puedo lavar el coche con la situación de sequía que hay en Cataluña?

Ante una de las peores situaciones de sequía que han tenido lugar en el último siglo, Cataluña ha anunciado la entrada en emergencia para más de 239 localidades. Las consecuencias serán principalmente la limitación de consumo de agua por persona y día a 200 litros, algo que estará controlado por cada Ayuntamiento y cuya desobediencia podrá llegar a ser motivo de sanción.

En este contexto, servicios tan básicos como lavar el coche pueden verse afectados, por lo que ¿podrás lavar tu coche mientras haya sequía? Te lo contamos todo a continuación.

Al lavar el coche, lo normal es que acudamos a una estación de servicio para quitar la suciedad rápidamente y dejar nuestro vehículo algo más reluciente de lo normal. Lo cierto es que este tipo de lavados no consiguen hacer desaparecer la suciedad del todo debido a su duración y al formato de lavado (la manguera tiene fuerza pero no llega a algunos lugares). Pero hay un aspecto aún más preocupante.

Se trata del exceso de agua que gastamos al lavar el coche, y es que en las estaciones de lavado, con las mencionadas mangueras, puedes llegar a gastar hasta 500 litros de agua en un lavado, por lo que en situaciones de sequía quizá no sea la opción más recomendable. Sin embargo, hay algunas estaciones que reciclan su agua, por lo que pueden convertirse en una forma sostenible de limpiar el coche.

La fase de emergencia en la que se encuentra Cataluña es la más grave de todas, y a su vez está dividida en tres estadios:

Esta situación de emergencia afectará, por tanto, a los vehículos, y es que no podrás lavar tu coche como lo hacías antes, sino únicamente en aquellos establecimientos o estaciones de servicio que cuenten con sistemas de recirculación de agua.

Por lo tanto, lavarlo en casa queda completamente descartado ya que podrías ser multado en caso de hacerlo. Te recomendamos que, en caso de que sea muy urgente lavarlo (porque no se vea a través de los cristales, por ejemplo) utilices productos de limpieza específicos que no requieran de aclarado o, en su defecto, un paño humedecido con el que limpiar tus cristales.