Hacer que tu coche luzca como nuevo es posible con estos 5 consejos
Al dormir en la calle los vehículos sufren y su pintura también
Los arañazos y rayajos en el coche son una auténtica pesadilla para aquellos conductores que no tienen más remedio que dejar su coche aparcado en la calle por las noches. Y es que muchas personas se encuentran a veces con que les han arañado el coche y se han dado a la fuga. Existen una serie de consejos para conseguir que la pintura de tu coche se conserve como si fuera nueva, y a continuación te los contamos.
Evaluar arañazos
Si has tenido la mala suerte de que te arañen el coche cuando lo tenías aparcado, probablemente estés dudando en qué debes hacer o si existe alguna solución para hacer que no se vea. Antes que aplicar ningún remedio, ya sea casero o no, lo mejor es que evalúes los daños. Esto es lo que hay que revisar:
- Profundidad: La pintura del coche tiene varias capas. La más externa es transparente y aporta el brillo; la segunda es la capa de color; después viene la base; y por último, el metal o acero. Hay que saber hasta qué capa ha llegado el arañazo para determinar el tratamiento a seguir, ya que, como es lógico, los arañazos más superficiales se arreglan más fácilmente.
- Tamaño: Si el arañazo en la carrocería es pequeño, será más fácil de disimular o de tapar, pero si ocupa toda la puerta, por ejemplo, requerirá más esfuerzo. Estos últimos son muy difíciles de tratar por lo que muchas veces hay que recurrir a un profesional del sector.
- Tiempo: Cuanto antes se repare el arañazo del coche mejor será el resultado final. Si el arañazo ya tiene mucho tiempo, puede llegar a crear óxido, lo cual es nefasto para la carrocería.
Cómo cuidar la pintura de tu coche
Te dejamos 5 consejos que harán que la pintura de tu coche se mantenga en un estado perfecto:
- Evita los autolavados. En muchas ocasiones este tipo de lavado puede rayar tu coche, ya que, a pesar de amoldarse al tamaño de este, los cepillos pueden dañar la pintura al lavar demasiado fuerte. Además, pueden quedar restos de suciedad o incluso pequeñas piedras de otros vehículos en los propios cepillos, lo que dañaría la pintura.
- Lávalo con frecuencia pero con cabeza: Es recomendable que tu vehículo esté limpio, pero no debes abusar de los lavados, ya que podrían desgastar la pintura. Lo mejor es que lo laves cada tres semanas más o menos o incluso una vez al mes. Si la carrocería está muy sucia también es conveniente darle un lavado para que no sufra de más, ya que los excrementos de ave, los insectos o la suciedad en general pueden resultar perjudiciales.
- Cuidado con los productos: A menudo habrás visto algunos remedios caseros para dejar tu coche como los chorros del oro, pero hay que tener cuidado, ya que a pesar de funcionar, existen muchos productos que son demasiado fuertes para usarlos sobre la pintura del coche y podrían llegar a dañarla. Lo mejor es que uses productos oficiales y especializados.
- Repara los daños cuando se produzcan: Es recomendable subsanar los daños cuando se produzcan, ya que si por ejemplo dejamos un arañazo durante meses, la situación podría agravarse llegando a corroerse el metal de la carrocería.
- Apárcalo en garaje: Es una de las mejores inversiones que puedes hacer, ya que la pintura sufrirá mucho menos respecto al calor o al frío que haga en el exterior y tu vehículo estará “a salvo” de los peligros que conlleva aparcarlo en la calle.