BMW no cumplirá su objetivo de ventas de coches eléctricos. ¿Por qué no es una mala noticia?

El titular puede parecer negativo y en cierto modo lo es. BMW quería que el 50% de los coches que vendiera para 2030 fueran ya 100% eléctricos. Sin embargo, la misma compañía confirmó en la presentación de sus resultados económicos de 2022 que a ese objetivo se llegará “bastante más adelante”. No obstante, en Alemania no ha cundido el pánico. Es solo ese objetivo final el que se resistirá un poco más, porque para 2025 siguen esperando que un cuarto de sus matriculaciones correspondan a coches totalmente enchufables, un hito ambicioso si se tiene en cuenta que, en 2022, la proporción de uno de cada 11.

Por eso desde BMW no consideran que no cumplir lo planeado para 2030 sea una mala noticia, ya que sobre todo cargan la culpa al contexto actual y futuro del mercado, ya que sus cifras de ventas son buenas.

De hecho, el desempeño de BMW en el segmento eléctrico del mercado se podría resumir como un éxito. El año pasado se doblaron sus ventas, tanto de la marca bávara como de Mini, y para 2023 esperan que ya representen el 15% de todas sus entregas, mejorando desde el 9% de 2022, hasta unas 400.000 unidades. En cuanto al mercado, desde la automovilística reconocen que, pese a que su libro de pedidos está lleno, ven signos de ralentización y prevén que, sobre todo en Europa, las ventas se ralenticen los próximos años. Oliver Zipse, CEO de BMW, dijo al respecto en Bloomberg que tienen confianza en su gama, que es “de las más jóvenes de la industria”.

En lo económico no hay muchas sorpresas. La compañía alemana vende dos marcas -sin contar Rolls-Royce- premium y por tanto siempre esperamos rentabilidad. El grupo cerró con un beneficio bruto de 10.600 millones de euros, por debajo de los 11.370 millones de 2021, y un margen de beneficios por unidad del 8,6%, en línea con sus objetivos, que pasan por mantenerse entre el 8% y el 10% también este año.

Parte del impulso que necesita BMW para que una de cada dos matriculaciones sean unidades eléctricas procederá de la esperada Neue Klasse de vehículos, basados en una plataforma en desarrollo y esperados para 2025 y los años posteriores. Los planes más inmediatos de la marca, sin embargo, pasan por la llegada de seis nuevos modelos en los próximos cinco años, entre ellos la versión eléctrica de la próxima generación del BMW Serie 5 -para octubre- y el BMW iX2 -para finales de este año-.

A nivel de grupo, también Mini está trabajando en una ofensiva eléctrica que comprenderá sobre todo tres nombres, el Countryman de nueva generación, el Cooper eléctrico y la versión de producción de un crossover pequeño basado en el prototipo Aceman. Rolls-Royce, en su dimensión de lujo y ostentosidad- ya tiene el brutal Spectre a la venta, un eléctrico que parte desde los 400.000 unidades y cuya demanda ha sorprendido a la marca. Para 2030, la firma de Derby solo venderá coches sin emisiones.