Elon Musk bailando ante las primeras unidades del Model Y producidas en Alemania.

El plan de Tesla para convencer a los ecologistas: encontrar agua

Tesla se ofrece a pagar perforaciones para actualizar la base de datos de fuentes de agua subterránea alrededor de su planta de Berlín.

Tesla tiene un plan para convencer a los ecologistas y a las asociaciones vecinales para conseguir los permisos necesarios para ampliar su planta de Grünheide, Berlín: encontrar fuentes de agua subterránea. Según el alcalde de la localidad, Arne Christiani, Tesla se ha ofrecido a pagar perforaciones exploratorias para actualizar la base de datos de fuentes de agua subterránea, desfasada tras décadas sin investigación.

Como adelantó Neomotor, Tesla quiere ampliar la planta alemana para incrementar su capacidad productiva de 500.000 unidades anuales a un millón de coche al año. Dentro de sus planes para la factoría están el incremento de su capacidad productiva y logística, así como para la optimización del transporte de sus productos y la creación de espacios para que los trabajadores se sientan más cómodos.

Todo, en un terreno de 100 hectáreas que la compañía ya tiene permiso para comprar, recibido esta misma semana por las autoridades locales. No obstante, el siguiente paso es conseguir los permisos para la construcción de estas instalaciones, paso en el que tienen voz y voto ecologistas y asociaciones vecinales, que se oponen, de momento, al plan.

Propuesta bien recibida por los políticos

De momento, la propuesta sería bien recibida por las autoridades locales, que han apoyado la planta de la marca estadounidense desde el principio. Según dijo el alcalde a la agencia Reuters, “no tendríamos nada en contra” a que se realizaran estas exploraciones, aunque manifestó lo inusual del asunto, ya que suelen ser los gobiernos y administraciones los que realizan este tipo de operaciones.

Planta de Tesla en Grünheide.

En la fecha de la redacción de este artículo, Tesla todavía no ha presentado la propuesta por escrito de forma oficial, por lo que de momento no deja de ser una de las opciones que ha puesto sobre la mesa para convencer a ecologistas y vecinos.

Los verdes dudan

Pese a que Tesla debería pedir permiso a las autoridades para el uso de cualquier fuente subterránea que encontrara, aunque la investigación hubiera sido financiada por la compañía, los ecologistas ya han manifestado que no las tienen todas con la compañía, ya que, creen, reclamaría uso prioritario de las aguas.

“Conocemos esta compañía. Hace lo que quiere y hará lo mismo con el agua que encuentre”, lamentó Michael Ganschow, líder del grupo verde Grüne Liga a Reuters. “El agua es un bien público y la exploración es una tarea pública... Esto es una línea roja”, añadió Gernot Schimdt, administrador del distrito de Märkisch-Oderland, que limita con la planta por el norte, en el periódico Tagesspiegel.

En cuanto al uso del agua, si se encuentran nuevas fuentes de agua subterránea y Tesla recibe los permisos, podrían pasar varios años hasta que pudiera utilizarla en su planta, sobre todo porque habría que construir toda la infraestructura para ello. “Podría llevar mucho tiempo a no ser, claro, que lo asuma la compañía y lo haga a velocidad-Tesla”, argumentó Hans-Joachim Schröder, director de la oficina de Spreenhagen, uno de los territorios donde la marca quiere explorar.

Está por ver si Tesla consigue convencer a los ecologistas con este movimiento, aunque su recepción no ha sido la mejor. La historia de la planta alemana con los verdes es de lucha constante. Ya en sus inicios los ecologistas retrasaron su puesta en marcha alegando que su construcción y actividad eran un riesgo para el medioambiente. Solo cuando Tesla se comprometió entonces a aplicar un férreo control del gasto de agua y llevar a cabo políticas de reducción del uso del líquido elemento dejaron de insistir.

Desde marzo, cuando arrancó la producción en la factoría, tanto verdes como vecinos se han quejado continuamente de la planta. En septiembre, tras un incendio menor en las instalaciones de reciclaje de la fábrica, una asociación vecinal de Grünheide emitió un comunicado asegurando que “las medidas de mitigación de impacto medioambiental no se han llevado a cabo todavía”. “Solo a través de una enorme presión a las autoridades fue posible que Tesla empezara a operar tan pronto sin las medidas preventivas suficientes”, sentenciaron.

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