Ford anuncia una gran inversión en Estados Unidos y 3.800 despidos en Europa
Ford tiene dos caras, la estadounidense y la europea. Mientras, tras anunciar pérdidas a nivel global por valor de 1.815 millones de euros en 2022, la compañía anunciaba medidas para recortar costes en Europa, en Norteamérica ha confirmado la inversión de 3.500 millones de dólares para la construcción de una fábrica de baterías para coches eléctricos en Michigan.
Las nuevas instalaciones empezarán a operar en 2026 y se espera que Ford contrate unas 2.500 personas para trabajar en la fábrica, que será propiedad de BlueOval Battery Park Michigan, una filial controlada totalmente por la automovilística. La capacidad anual de producción se estima en 35 GWh, suficiente para aproximadamente 400.000 unidades.
Según ha explicado Ford, la tecnología utilizada para sus baterías será de la china CATL gracias a un acuerdo rubricado entre ambas partes. En esta factoría, las baterías producidas serán de litio-ferrofosfato (LFP) y se sumarán a las de níquel, cobalto y magnesio que también fabrica la marca para ofrecer al cliente ambas opciones según sus necesidades de autonomía y su presupuesto.
Ford asegura que las baterías LFP son “muy duraderas” y requieren de menos materiales de alto coste, con lo que permitirá, a escala, reducir el precio de los eléctricos para que ganen competitividad. La mayoría de los modelos de Ford que las monten se producirán en Estados Unidos.
3.800 despidos en Europa
Con esta inversión, Ford ya ha comprometido 17.600 millones de dólares para el desarrollo de baterías y coches eléctricos en Estados Unidos desde 2019 como parte de sus planes de inversión de 50.000 millones en todo el mundo hasta 2026. En su país, la marca generará 18.000 empleos directos y más de 100.000 indirectos.
En Europa, los planes eléctricos de Ford son muy ambiciosos, pero la situación es bien distinta. Pese a que sus planes para el Viejo Continente incluyen el lanzamiento de siete nuevos vehículos eléctricos entre 2022 y 2024, cuatro comerciales y tres SUV -una variante del Puma y dos crossovers basados sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen y todos producidos en Europa- y nuevos lanzamientos a partir de 2025 -vehículos producidos en Almussafes, Valencia-, lo cierto es que la marca cree que tiene un importante excedente de personal en sus instalaciones europeas.
En la presentación de los resultados de 2022, Jim Farley, CEO de Ford, no adelantó de cuántos trabajadores era este excedente, pero sí dijo que la decisión ahora era “saber cuántos ingenieros y cuánta gente necesitamos en Europa”. Finalmente, la compañía ha cifrado en 3.800 los trabajadores que perderán su trabajo en el continente, 3.600 de los cuales en sus factorías de Alemania y el Reino Unido y los 200 restantes en los centros de trabajo del “resto de Europa”, entre los que se encuentra el de Almussafes.
Según la marca, los despidos “crearán una estructura de costes más ligera y competitiva para Ford en Europa” y ha emplazado a los sindicatos pertinentes a negociar “para conseguir las reducciones mediante un programa de salidas voluntario”.