Ford arranca seis meses tarde la producción del Explorer para cambiar su batería
Ford ya produce el Explorer en su fábrica alemana de Colonia. Casi un año y tres meses después de su presentación, la nueva apuesta eléctrica de la firma norteamericana para Europa empieza a ensamblarse, un hito que llega medio año tarde, ya que la compañía esperaba empezar a fabricarlo hace seis meses.
Según explicó la misma marca, este retraso se debe a su voluntad de cambiar la batería que se suponía que debía montar el Explorer, de níquel, magnesio y cobalto (NMC), por otras de litio, hierro y fosfato (LFP) fabricadas por CATL. Según la marca de Michigan, estas baterías son más baratas y más resistentes.
En ese sentido, Ford afirma que las baterías LFP son menos propensas a incendiarse y se pueden cargar más veces que las NMC sin empezar a degradarse. Son, según la marca, “la última y la mejor tecnología” de baterías. No obstante, no todo es positivo, ya que las LFP también son más pesadas que una NMC equivalente y ofrecen menos rendimiento en ciertas potencias de carga. En esencia, son más resistentes y más baratas, algo que agradecerán los clientes, a costa de otras características.
Cabe recordar que el Ford Explorer es uno de los eléctricos que la marca lanzará basados en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen. Hasta ahora, todos los vehículos con este esqueleto han usado baterías NMC. Es la misma Volkswagen la que terminará de ensamblar las nuevas baterías LFP en Mladá Bolselav (República Checa), cuyas celdas fabricará CATL, por lo que es más que probable que la firma alemana también empiece a utilizarlas en sus eléctricos.
Dos opciones de batería
El Ford Explorer llegará al mercado con una batería de 84 kWh de capacidad para una autonomía de 602 kilómetros, una gran cifra si se tiene en cuenta a sus rivales. Será la versión más cara del modelo, puesto que más adelante llegará otra batería de 55 kWh que reducirá su precio, pero también su autonomía.
Según adelanta Autonews, el mismo consejero delegado Jim Farley, ha desempeñado un papel clave en el retraso de la llegada del Explorer para que monte la batería LFP. Según su criterio, este tipo de batería es vital para reducir costes y ganar competitividad frente al auge de las marcas chinas. Cabe recordar que, pese a terminar su fabricación en Europa, el origen de las baterías es chino.
Las baterías LFP también se ofrecen como opción en el Mustang Mach-E solo en Europa, ya que, por su origen, los nuevos aranceles estadounidenses recaerán sobre las celdas de la batería, encareciendo más el modelo.
Ford sigue buscando la forma de mejorar la rentabilidad de sus negocio eléctrico, que, como adelantó Neomotor, presenta pérdidas por unidad por valor de 92.000 euros. La firma del óvalo quiere reducir en 12.000 millones su gasto previsto en baterías, y el cambio a las LFP es un claro ejemplo de su nueva estrategia.