Ford pierde hasta 92.000 euros por eléctrico vendido

Ford está reduciendo los pedidos de baterías a sus proveedores para detener las pérdidas que les están provocando los vehículos eléctricos. Apenas unos días después de confirmar que sí venderán coches de combustión en Europa más allá de 2030, fecha en la que debían dejar paso únicamente a los 100% eléctricos, la agencia Bloomberg ha adelantado que sus vehículos eléctricos no son rentables.

De hecho, según esta información, Ford planea reducir su gasto en baterías y en su estrategia de despliegue de coches eléctricos en 12.000 millones de dólares, que conseguiría retrasando la llegada de nuevos modelos y posponiendo la construcción de nuevas plantas de baterías y coches eléctricos. La marca espera que su división Model e, dedicada a los eléctricos, pierda hasta 5.500 millones de euros.

En ese sentido, la ralentización de las ventas de coches eléctricos, que pese a crecer están bastante por debajo de lo esperado, provoca que sus modelos eléctricos, como el F-150 Lightning, el Mustang Mach-E o sus comerciales eléctricos, no sean rentables. Todo lo contrario, según las estimaciones de una de las fuentes -no citadas- de Bloomberg, de media la marca pierde 100.000 dólares por unidad vendida.

Este escenario se produce en todas las compañías cuando nacen o cuando crean nuevas unidades de negocio. La rentabilidad no es instantánea, puesto que se deben realizar grandes inversiones para ponerlo en marcha. El caso de Model e es el mismo, pese a que Ford sea un fabricante establecido. Cabe recordar que la marca ha comprometido 50.000 millones de dólares hasta 2026 para su electrificación, con planes como la nueva fábrica Blue Oval City de Memphis para coches eléctricos, el desarrollo de nuevos modelos como otra pick-up eléctrica o el lanzamiento de siete coches eléctricos en Europa -contando comerciales-.

Pese a reducir sus esfuerzos eléctricos, Ford mantendrá a SK On, LG Energy Solutions y CATL como suministradores de baterías, aunque reducirá los pedidos para ahorrar dinero, ya que la producción prevista no se cumplirá. La firma de Michigan recientemente quitó un turno a la producción del F-150 Lightning en favor del Bronco y el Ranger, que actualmente concentran más demanda.

Asimismo, la fábrica de baterías que planea levantar en la ciudad de Marshall, Michigan, será más pequeña de lo que se había planteado en un principio.

Según las estimaciones de Bloomberg Intelligence, las pérdidas que generará Model e durante este año serán cercanas a los beneficios generados por Ford Blue, la unidad de motores de combustión e híbridos, por lo que sus ganancias se verán seriamente afectadas.

La situación no es positiva para ninguno de los actores que forman la cadena de valor del coche eléctrico. Mientras los fabricantes de coches ven como la demanda sigue estando por debajo de las que estimaron cuando empezaron a invertir grandes cantidades de dinero, los fabricantes asiáticos de baterías acumulan estoc ante la ralentización del mercado y no encuentran salida para sus baterías. Por poner una cifra a modo de ejemplo, mientras Ford esperaba una demanda de 3.000 F-150 Lightning a la semana para el mes de abril, la cifra real estaba alrededor de las 1.500.

De rebote, los precios del cobalto, el níquel y otros metales usados en la fabricación de baterías se han desplomado por la baja demanda desde el sector de la automoción, alcanzando valores mínimos este año, situación que incluso ha obligado a algunas minas a cesar sus operaciones.

En el sector, las marcas han apostado por bajar los precios para incentivar la demanda, a costa de un impacto negativo en sus márgenes, que en ocasiones son tan negativos como el de Ford, porque los fabricantes no son capaces de reducir los costes operativos (trabajadores, materiales...) al mismo ritmo.

En el caso de Ford, la compañía espera que, para 2026, cuando lancen al mercado su eléctrico asequible, por debajo de 25.000 dólares, Model e sea ya rentable, aunque la estrategia para conseguirlo no está definida todavía.