Ford venderá coches de gasolina más allá de 2030 en Europa
La industria de la automoción empieza a mostrar cierto escepticismo alrededor de la electrificación. No en la meta o el objetivo de la misma, que es descarbonizar el transporte, sino en el camino y, quizás, en la afirmación de que la movilidad deba ser, al 100%, eléctrica. Hace unos años, y a raíz de una normativa muy agresiva, la mayoría de fabricantes pusieron fechas ambiciosas para la comercialización de su último motor de combustión. Ahora, con el año 2035 acercándose, algunas, siendo Ford la última, empiezan a echarse atrás.
Para ejemplificar este fenómeno solo hay que mirar a firmas como Audi, que dijo que no desarrollaría más motores de combustión a partir de 2026 para iniciar el camino hasta el fin de los mismos, o Mercedes-Benz, que apuntaba al año 2030 para el fin de sus motores de gasolina. No obstante, en enero Audi avanzó que seguiría desarrollando motores a corto y medio plazo, mientras que esta misma semana ha sido Mercedes-Benz la que ha confirmado que seguirá vendiendo coches de combustión más allá de la fecha que había planteado inicialmente.
En las últimas horas, Ford ha anunciado que se está repensando también su plan de vender coches 100% eléctricos en Europa a partir 2030. En este caso, la firma del óvalo ha admitido que el lento avance del mercado de vehículos eléctricos, muy por debajo de lo esperado por las marcas, ha sido el detonante de la decisión. Según las palabras de la marca, seguirán vendiendo coches de gasolina a partir de 2030 “si sigue habiendo una fuerte demanda”.
Según la Asociación Europea de Fabricantes de Vehículos (ACEA), el año pasado se matricularon en Europa 1,54 millones de coches eléctricos, un 37% más respecto a 2022.
Un plan eléctrico ambicioso
La decisión de Ford es especialmente relevante porque su estrategia en Europa, planteada en 2021, estaba definida específicamente para la ofensiva eléctrica. Fue entonces cuando anunció que 2030 era la fecha elegida para ‘matar’ la combustión en el continente y, entre otras cosas, anunció una inversión milmillonaria para adaptar sus fábricas europeas para vender hasta siete modelos 100% eléctricos producidos dentro del mercado comunitario.
La marca norteamericana no duda de la meta, pero sí admite que “tenemos que ver cómo será el camino hacia la movilidad 100% eléctrica”. De momento, la compañía ya ha invertido más de 2.000 millones en su fábrica de Colonia, Alemania, para producir vehículos basados en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, arquitectura que servirá de base, entre otros, del nuevo Explorer eléctrico. En junio, mismo mes en el que arrancará la producción del Explorer, Ford presentará el siguiente eléctrico que desarrollará a partir de esta plataforma.
A parte, llegarán más vehículos como el Puma Gen-E, la versión eléctrica del SUV compacto de la marca, que se producirá en Craiova, Rumanía, que se sumará a las furgonetas eléctricas que la marca ya ha presentado durante los últimos años, como la Transit Custom eléctrica, que ya se produce en Turquía.
También parte de esta estrategia ha estado la descontinuación del Fiesta, que se ensamblaba en la planta alemana, así como la del Mondeo y los Galaxy y S-Max, fabricados en la planta española de Almussafes en Valencia. Según los planes de Ford, a la factoría valenciana, que sigue fabricando el Kuga, deberían adjudicársele modelos eléctricos o “multi-energía”.