¿Por qué el Gobierno se ve obligado a mejorar el Perte del coche eléctrico?
El fracaso inicial en la puesta en marcha del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC) ha llevado al Gobierno a reconocer que hubo errores en el planteamiento inicial a anunciar cambios para hacerlo más atractivo para la inversión de las empresas del sector de automoción. El Gobierno apenas logró asignar 877 millones de euros en subvenciones con cargo a los fondos europeos Next Generation a favor de proyectos empresariales, dentro del marco del Perte VEC, a pesar de que se había una bolsa de casi 3.000 millones para ellos.
El proyecto Future Fast Forward, liderado por Seat y Volkswagen, fue el que recibió un mayor volumen (397,37 millones), en todo caso, muy insuficiente, bajo el criterio de los promotores de un proyecto de más de 10.000 millones. Estas son algunas de las razones que llevaron al fracaso inicial del Perte VEC y a conducen a su actual replanteamiento.
1. Condiciones complejas
Según Paloma Baena, directora senior de European Affairs en LLYC, la concurrencia de empresas en solicitud de ayudas de los fondos europeos para impulsar inversiones vinculadas con el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado no fue tan amplia como lo previsto “porque las condiciones para participar eran complejas” (necesidad de una agrupación con requisitos sobre participación de empresas de determinados tipos y tamaños) y porque “se exigían requisitos de difícil cumplimiento” (como la necesidad de avalar el 10% de la subvención a todo tipo de empresas).
En el diseño inicial del Perte VEC no cabía la posibilidad de presentar proyectos unitarios, que era una de las reclamaciones del sector. Es decir, que empresas pudieran diseñar y concurrir para proyectos en solitario, sin necesidad de coordinarse con otras sociedades. El bajo nivel de autonomía fue un déficit que la gran patronal CEOE ya señaló en su último informe sobre el grado de ejecución de los fondos europeos en España, publicado en diciembre del 2022. “En resumen, las empresas (grandes, PYMES y autónomos) necesitan mayor flexibilidad en el acceso a las convocatorias de los PERTES, así como eliminar la burocracia y contar con una agilidad administrativa reforzada”, subraya Luis Socías, jefe de la Oficina de Proyectos Europeos de CEOE
2. Responsabilidad solidaria
“La responsabilidad solidaria de las empresas constituye otra de las barreras fundamentales para concurrir a las convocatorias”, subraya Luis Socías, de CEOE. En su informe de diciembre CEOE alertaba del lastre que suponía que todas las empresas participantes del proyecto tuvieran responsabilidad solidaria de la correcta ejecución del mismo, ya que ello generaba fuertes reticencias por parte de estas a participar de la convocatoria. Y es que una empresa que cumplía su parte tenía que responsabilizarse dejustificar y reintegrar los préstamos y ayudas recibidas si se producían incumplimientos por parte de otras sociedades.
“Las limitaciones en su alcance perjudican de manera significativa a todos los integrantes del consorcio, especialmente a las pymes, ya que las subvenciones se deben avalar en prácticamente su totalidad y el impago en las cuotas por parte de un socio impacta de forma directa en el resto de los socios de la agrupación”, alertó CEOE.
3. Plazos exigentes
La obligación de cumplir unos plazos estrictos llevaron a algunas empresas a retirarse en medio del proceso de solicitud de subvenciones al estimar que no serían capaces de cumplir los plazos de ejecución que se exigían, explica Paloma Baena. “Los plazos de presentación y adjudicación de solicitudes de las convocatorias se presentan como muy ajustados, sobre todo para los proyectos tractores, en ocasiones estableciéndose plazos de menos de 60 días”, añade Luis Socías. “Vamos a presentar una nueva línea con mejoras importantes y una de ellas es que vamos a poder mantener más tiempo abierta la ventana para que nos presenten proyectos”, ha dicho ahora la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
4. Requisitos excluyentes
También hubo empresas que fueron excluidos del proceso de solicitud de ayudas europeas tras comprobar la rígida interpretación que el Ministerio de Industria estaba haciendo sobre determinados requisitos a cumplir que no estaban bien explicitados en las bases reguladoras del Perte, como la antigüedad de establecimiento en España, añade la directora senior de European Affairs de LLYC. “Algunos requisitos de carácter técnico en las bases de las convocatorias se consideran excesivamente estrictos, especialmente para las pymes beneficiarias”, añade el representante de CEOE.
La propia ministra Maroto ha recordado que en la primera edición del Perte VEC se quedó fuera la iniciativa de Ford, pese a ser elegible, porque hubo un cambio en el proveedor tecnológico y tuvo que modificar el proyecto, mientras que Stellantis “no pudo presentar su gran proyecto de plataforma para las tres plantas porque estaban terminando de definir las inversiones y el modelo de negocio”.
5. Importes de ayuda limitados
Además, las reglas de competencia de la Unión Europea se tradujeron en límites a la cuantía total de ayudas para cada proyecto inversor. “De esta manera, la suma final de lo que se pudo conceder, tanto en forma de subvenciones como de préstamos, fue muy por debajo de lo previsto inicialmente, y sobre todo de lo esperado por las empresas”, resume Baena. Esto es efectivamente lo que puso en evidencia en su día el presidente de Seat y de Cupra, Wayne Griffiths.