Volkswagen trabaja con un prototipo de Cupra para preparar la llegada del coche eléctrico a Landaben
Volkswagen Navarra está trabajando con un prototipo del coche eléctrico de Cupra, muy similar al SUV que lanzará la planta de Landaben en 2026, con el fin de trabajar en las operaciones que deberá integrar en la línea de montaje, que compartirá con los vehículos de combustión.
Por tanto, la planta navarra está inmersa en las labores de preparación de la llegada del vehículo eléctrico (lanzará dos SUV urbanos en el año 2026).
Volkswagen Navarra, que fabrica actualmente los modelos Taigo, T-Cross y Polo, dedica 54,6 segundos a la producción de vehículo de combustión en el taller de montaje dentro de un proceso que consta de 224 fases para la producción de 1.438 coches diarios, contando con maquinaria que trabaja con una precisión de 0,1 milímetros.
Para dar a conocer trabajos preparatorios para la llegada del vehículo eléctrico y el lanzamiento del nuevo T-Cross, que salió por primera vez de las líneas de Volkswagen Navarra el pasado 11 de diciembre, la compañía organizó un acto dirigido a los medios de comunicación.
El director de Producción de la factoría, Miguel Ángel Grijalba, explicó algunas de las tareas clave en la fabricación del Taigo, el T-Cross y el Polo, los tres modelos que son producidos actualmente en Volkswagen Navarra en una línea compartida.
Grijalba señaló que “ahora mismo estamos trabajando con un prototipo del coche eléctrico de Cupra que tenemos ya aquí en la fábrica y que va a ser muy parecido al nuestro”. “Estamos ya desmontando para saber cómo son las operaciones que tendremos que integrar en la línea de montaje para irlas repartiendo y hacer que esa productividad que hoy tenemos no se vea rebajada por fabricar además los coches eléctricos, sino que mantengamos la misma productividad que tenemos ahora”, subrayó.
Durante un recorrido por el taller de montaje, Grijalba explicó que en este lugar se realizan tareas como la ‘boda’ y el ‘divorcio’. “La boda es donde unimos el conjunto motopropulsor con la carrocería y luego está el divorcio, donde se suelta y se separa el bastidor que sujeta el conjunto motopropulsor de lo que es la carrocería. Si algo no ha funcionado correctamente, aquí tenemos un problema, porque es el primer momento en el que la carrocería sujeta por su propio peso y con todas esas uniones todo lo que le hemos agarrado. De ahí también la precisión necesaria para que no haya ninguna tensión mecánica y se separe de forma suave, y la carrocería aguante todo lo que le hemos atornillado”, indicó.
Grijalba destacó que “aquí trabajamos con décimas de milímetro”. “La precisión con la que trabajamos en fabricación es 0,1 milímetros, una décima de milímetro para que esto funcione en automático como está funcionando”, subrayó.
En la fábrica trabajan alrededor de 4.500 personas. “Cada cual está colocado en su sitio y haciendo lo que tiene que hacer. Fabricar coches a 54,6 segundos exige que el trabajo esté repartido centesimalmente. Si en la precisión hablamos de milímetros, el trabajo lo repartimos centesimalmente en cuanto a segundos. Cada operación dura unas centésimas de segundo y a cada persona le asignamos unas centésimas de trabajo concretas. Sumado y repartido, hace que en todo este proceso en el que hay unas 224 fases de trabajo, pasan ocho horas desde que entra el coche en el taller de montaje hasta que acaba siendo arrancado. Ahí es donde están repartidas todas esas personas”, indicó.
Por su parte, el director de Comunicación de la planta, Jesús Zorrilla, explicó que la de Landaben es una de las 114 fábricas que tiene el Grupo Volkswagen en todo el mundo, distribuidas en 19 países de Europa y en diez del resto del mundo. “Somos la cuarta fábrica de la marca Volkswagen por volumen de producción del mundo, lo cual quiere decir que tenemos una relevancia muy importante en la marca y por ende también en el grupo”, señaló.
Además, mencionó que “un detalle que habla mucho de la productividad y de la calidad del trabajo de la fábrica es que el Taigo ha sido distinguido por la marca Volkswagen como el mejor lanzamiento de la historia de la marca”. “Para llegar a esa conclusión la marca evalúa el número de reclamaciones que llegan de los clientes en los tres primeros meses de vida comercial del producto y el número de coches que la fábrica tiene que dejar de hacer para prepararse para el lanzamiento. En ambos indicadores fuimos los primeros”, resaltó.
En la presentación del nuevo T-Cross participó también Ana Rivas, jefa de comunicación corporativa de Volkswagen, quien resaltó que las ventas se han multiplicado por seis en el segmento del Taigo y el T-Cross (SUV urbanos), lo que es “una magnífica oportunidad para la fábrica, porque los eléctricos pequeños de Pamplona pertenecen al segmento de los SUVs urbanos”.
Igualmente, Mireia Serrano, product manager del T-Cross, hizo una presentación detallada del nuevo lanzamiento de este vehículo, que salió de las líneas de Landaben el 11 de diciembre, y destacó que cuenta con “un diseño exterior más atractivo, un salto de calidad interior, gran espacio de almacenamiento, y máxima seguridad de serie”.