Bimota Tera, alta costura italiana
El pasado domingo 12 de noviembre cayó el telón del EICMA de Milán donde más de 560.000 visitantes, más del 19% que en 2022, disfrutaron de este salón internacional de la moto. Dentro de los 700 expositores directos y marcas, Bimota brilló con luz propia. Y lo hizo exhibiendo en primicia la exclusiva Tera (Tesi con Regolazion dell’Altezza; Tesi con ajuste de altura), su primer modelo crossover y equipado con su innovador diseño Tesi y su particular tren delantero. De dar vida a esta Bimota se encarga el motor tetracilíndrico sobrealimentado de 1.000cc que entrega una potencia de 200 CV.
Para ponernos en antecedentes, Bimota fue fundada en 1973 en Rimini (Italia) y su nombre nace del acrónimo de los apellidos de los tres fundadores: Blanchi, Morrie y Tamburini. Aunque el más conocido sin lugar a dudas es Máximo Tamburini, el brillante diseñador vinculado a firmas como Cagiva, Ducati y MV Agusta.
La fama de Bimota emana de desarrollar sus modelos propios pero sobre la base de otros motores. La denominación de sus motos parte de tomar la primera letra de la marca del motor empleado y la segunda siempre la B de Bimota mientras que el número final indica el número de modelos fabricados con ese motor. Así que la exclusiva KB4, el último modelo de la marca italiana, es la cuarta Bimota con motor Kawasaki. No obstante, también en su escueto y exclusivo catálogo encontramos otro modelo como la Tesi H2, impulsada en este caso por el mismo motor que la Tera, el propulsor de la Kawasaki H2. En este caso debe su nombre al ingeniero Pierluigi Marconi, que desarrolló este sofisticado tren delantero tan característico como espectacular y bautizó con el nombre de la tesina de final de carrera en 1982.
Así pues, la Tera nace del concepto de chasis Tesi que permite ofrecer una distribución de pesos con una incidencia del 52,5% en el tren delantero, porcentaje que los ingenieros de Bimota creyeron el ideal para este modelo de altas prestaciones. Como no podía ser de otra manera, la Tera se beneficia de todas las ayudas a la conducción y electrónica de Kawasaki, como el control de tracción, para domar esos 200 CV pues ofrece unas prestaciones de infarto acelerando de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y de 0 a 200 km/h en 8,2 segundos.
Parte de vertebra en un chasis completamente nuevo con dos placas de aleación de aluminio de serie para contener el peso y bajar el centro de gravedad. Diseñar la carrocería desde cero también significó que los diseñadores pudieran incorporar nuevas características. Las alforjas son las más grandes jamás vistas en una Bimota y el asiento trasero ofrece espacio para transportar a un pasajero con comodidad, dos claros guiños a las posibilidades viajeras de la Tera.
Que duda cabe que su tren delantero es su seña de identidad. El sistema de dirección patentado permite un radio de 8° más que la Tesi H2 y permite un radio de dirección de 35 grados manteniendo el manillar directamente conectado a la rueda delantera mediante una solución multibrazo que lo hace más sensible a las irregularidades de la carretera y al frenado. Esta tecnología también optimiza el máximo rendimiento en las curvas gracias a la distribución variable y continua de la rigidez del paso y al centro de balanceo activamente reducido (reducido hasta 30 mm). Y de la misma manera brinda más apoyo en las frenadas fuertes.
Suspensiones de especialista sueco Öhlins, pantalla de TFT a todo color, embrague antirrebote, control de velocidad crucero y el escape de titanio de la firma Akrapovic forman parte del equipamiento de serie mientras que la suspensión semiactiva Marzocchi, las tomas de corriente USB y de 12 V CC, los puños calefactables, el cómodo asiento del pasajero, la bolsa sobre depósito y el gran parabrisas forman parte del programa de accesorios originales. Al igual que la KB4 y la Tesi H2, la Tera estará disponible en los mejores concesionarios que ya forman parte de la red Kawasaki, firma propietaria de la marca de Rimini. La producción se iniciará en verano de 2024 y el precio rondará los 40.000 euros. Y es que la exclusividad tiene un peaje.