Bimota, ensueño italiano

Pocas marcas tan icónicas podemos encontrar en el mundo de las dos ruedas como Bimota. Fundada en 1973 en Rimini (Italia) su nombre es el acrónimo de los apellidos de los tres fundadores, a saber, Blanchi, Morrie y Tamburini. Aunque el más conocido sin lugar a dudas es Máximo Tamburini, el brillante diseñador vinculado a firmas como Cagiva, Ducati y MV Agusta.

Bimota es conocida por desarrollar sus modelos propios pero sobre la base de otros motores como puede ser el caso de BMW, Gilera, Harley-Davidson, Honda, Ducati, Suzuki, Yamaha y Kawasaki. Precisamente la denominación de sus modelos parte de tomar la primera letra de la marca del motor empleado y la segunda siempre la B de Bimota mientras que el número final indica el número de modelos fabricados. Así que la KB4 es la cuarta Bimota con motor Kawasaki.

Mención aparte merece el modelo Tesi que nace como su propio nombre dice como la tesina de final de carrera del ingeniero Pierluigi Marconi, responsable de Bimota junto al diseñador Gianluca Basso, en 1982. La Tesi es una moto con un tren delantero alternativo que ha tenido diferentes versiones, la última la Tesi H2 impulsada por el potente motor de la Kawasaki H2.

Bimota está viviendo una tercera juventud. Y lo hace de la mano de Kawasaki tras la compra del 49% de la compañía por parte de la firma japonesa. No solo eso, si no que es la encargada de dar vida a las novedosas Tesi H2 y KB4, las últimas creaciones de la firma italiana, a través de sus motores.

Qué duda cabe que la Tesi H2 es un modelo diferente, muy diferente. El diseño se basa en una conexión sencilla entre el motor y las ruedas, y posicionando al piloto lo más cerca posible del motor. La Tesi H2 utiliza basculantes de fibra de carbono y aluminio montados directamente en el motor más potente del mercado. “Para Bimota también es importante proporcionar emoción al piloto. No sólo durante la conducción, sino incluso al contemplar su moto en el garaje. Este compromiso es el que impulsa el diseño de todas y cada una de las Bimota”, explica Pierluigi Marconi.

El tren delantero alternativo permite exprimir la frenada como ningún otro modelo. Porque esta Tesi H2 corre, y mucho, al estar impulsada por el motor sobrealimentado de Kawasaki conocido por sus altas prestaciones. En cifras, entrega una potencia de 231 CV y pesa 219 kilos además de montar suspensiones del especialista Öhlins. Sin dudas una moto tan prestacional como exclusiva cuyo precio se sitúa alrededor de los 60.000 euros.

La KB4 forma parte de esta nueva época de Bimota con Kawasaki y lo podemos comprobar con su nombre ya que llega impulsada por el conocido propulsor de la Z 1000 SX, un cuatro cilindros de 1.084cc y 142 CV para los 194 kilos de peso de la moto. Y es que el objetivo de este modelo es poder ofrecer la potencia de una 1.000 pero con la agilidad de una 600. En este sentido la distancia entre ejes es de 1.390 mm por los 1.400 de la ZX-6R y los 1.450 mm de la ZX-10R.

Aunque lo realmente novedoso es la ubicación del radiador ya que está situado bajo el asiento del pasajero en lugar de la parte delantera de la moto como es habitual. Esta solución técnica ha permitido realizar una distribución de pesos que acentúe esa sensación de agilidad y ligereza. No obstante, el sistema para canalizar el aire hacia el radiador, que pasa por el interior de la moto, hace que ésta sea más ancha en la parte del asiento del conductor, resulte más ancha de lo normal y por ende parezca más alta a su grupa aunque no lo sea.

Al igual que su hermana hace de la estética uno de sus puntos fuertes. En este caso, no obstante, hace gala de una imagen neoretro realmente atractiva. Cuenta en la parte ciclo con componentes de primera, casi tan exclusivos como su precio ya que se sitúa alrededor de los 30.000 euros.

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de participar en una exclusiva presentación en el Autodromo de Módena (Italia) a los medios especializados donde solo nos citaron a dos medios españoles. Primero nos tocó el turno con la Tesi, que nos dejó patente su capacidad de frenada gracias a ese tren delantero alternativo. El potente motor tal vez era demasiado para el revirado Autódromo de Módena. Así todo mostró su agilidad y posibilidades a la hora de divertirse. No obstante, si de divertirse se trata nada como la KB4. En este caso su corta distancia entre ejes la dota de una agilidad endiablada y resulta divertida de conducir para experimentar unas sensaciones muy deportivas, también apoyadas en una parte ciclo y en unos componentes de primera.

Así y todo, nos quedó claro que este tipo de motos van a ser para disfrutar con la vista y rodar poco. Porque unas motos cuyo modo precio se sitúa entre los 30.000 y 60.000 euros bien se pueden tratar como obras de arte y ocupar un espacio preferente en nuestro salón.