Moto Guzzi V100 Mandello: una roadster para viajar con estilo
¿Imaginas viajar con la misma moto que lo hace Ewan McGregor? El actor americano no requiere de presentación, como tampoco la necesita la firma Moto Guzzi entre los auténticos aficionados a las dos ruedas. Esta icónica firma celebró su primer centenario en 2021, con la vista puesta en el futuro, pero un respeto absoluto por su tradición y carácter único. El lanzamiento de la Moto Guzzi V100 Mandello en el último EICMA (Salón de Milán) sirvió como referencia para entender este camino, marcado bajo las premisas de la pasión italiana y vertebrado en la tecnología. Hemos podido probarla por las carreteras más moteras de Madrid y estas son las conclusiones.
La evolución de la firma del Águila salta a la vista con los modelos presentados últimamente, pero esta vez han ido un paso más allá. Desde Mandello del Lario llega una propuesta única a caballo entre el mundo de los viajeros, que requieren del segmento touring y sus comodidades, junto a la dosis de diseño, elegancia y atrevimiento de los apasionados de las motocicletas roadster urbanitas. Pero la reinvención de la marca no se queda ahí. Su corazón motor es lo más innovador del conjunto al introducir, por primera vez, la refrigeración líquida en su bloque V2 a 90 grados patrimonio de la firma. Abren así un nuevo capítulo, alejados de lo que les hacía únicos pero con muchos argumentos para mantener a sus fans.
El primer paso a 2121
Tal como promete la marca, la V100 Mandello es el primer cien que marcará su línea temporal. La relevancia de este lanzamiento es notable, siendo la apuesta de los italianos para convertirse en un punto de inflexión para el debut de tecnologías nunca utilizadas entre sus paredes, pero tampoco fuera. Hablo de la aerodinámica adaptativa y el arsenal electrónico que incorpora este modelo, pero vayamos por partes y empecemos por el principio.
Durante la comida hablamos de la globalización y como los camareros de Milán han evolucionado hasta el punto de entender que, en España, se bebe café con leche pasadas las 10 de la mañana. “Incluso existen motos italianas que no vibran” soltó un compañero, y es una frase que le sienta al dedillo a la nueva Moto Guzzi V100 Mandello.
El nuevo motor es más compacto que nunca y, pese a mantener la arquitectura del V2 a 90 grados, son muchos los cambios que introduce. El más relevante es la refrigeración líquida, que hasta ahora era por aire, pero también el giro de las culatas (90º) para mejorar la posición de conducción y rebajar el calor que recibe el piloto, reposicionando así la línea de admisión e inyección electrónica del motor. Se trata de un bloque 1042 cc que han reduciro 103 mm respecto al de la V85 TT y han incorporado un embrague bañado en aceite con control hidráulico, algo que también permite una transición suave y agradable entre marchas.
Las prestaciones no son lo más relevante, pero debemos decirlas. Son 115 CV de potencia, que llegan a parecer más en la zona baja del cuentavueltas porque el par motor de 105 Nm está disponible casi por completo desde las 3.500 rpm. El corte se encuentra en las 9.500 vueltas y es fácil llegar hasta ellas esperando más del motor, dado que sube con una agilidad y elegancia asombrosa. Esa finura se debe, en gran parte, por la colocación del cardán (no cadena) mucho más abajo, con solo 6 grados de inclinación respecto al eje y el montaje de una junta y una goma amortiguadora en la salida.
Modelos disponibles
La Moto Guzzi V100 Mandello está disponible en tres versiones, empezando por la estándar de 15.999 euros. La más equipada se llama V100 S Mandello e incluye, de serie, la suspensión semiactiva Öhlins, quickshift de subida y bajada, puños calefactados y la compatibilidad con el teléfono gracias al sistema multimedia Moto Guzzi MIA. Esto último no pudimos probarlo, pero se gestionaría a través del nuevo cuadro de instrumentación TFT de 5 pulgadas en color. El precio de esta versión es de 18.499 euros, pero vale la pena teniendo en cuenta el salto dinámico que se crea con la suspensión.
También estará a la venta la edición limitada Aviazione Navale, de 17.499 euros, que está a medio camino entre las dos nombradas. Solo se producirán 1.913 unidades en homenaje a la historia de la firma y a la pasión de uno de los fundadores, la aviación de combate y los cazas F-35B. Llega con algo más de equipamiento que la estándar y un color único del mismo nombre que la edición.
A los mandos de esta roadster viajera
Nosotros pudimos probar la Moto Guzzi V100 Mandello S, con algo más de carácter deportivo y un comportamiento que nos gustó por su equilibrio, empuje y posición de conducción. Es habitual que, con 1,60 metros de altura en mi caso, las motos touring sean un problema por su distancia del asiento hasta el suelo. En este caso, con 815 mm y un reparto de pesos adecuado, es fácil hacerse con la V100 y sentirse cómoda como para plantearse un viaje largo con ella o trayectos urbanos.
La posición a los mandos es agradable y relajada, con una flexión adecuada de las rodillas, pero el control suficiente de la carrocería para poder completar un tramo de curvas a ritmo divertido y relajado, según convenga. La velocidad del quicksifht es buena, con mejor activación de bajada que de subida y la posibilidad de realizar cambios con el embrague, que, pese a tener cierta holgura y mucho recorrido en la maneta izquierda, es eficaz y de transiciones refinadas.
Esa vertiente del viaje cumple con otra de las señas de identidad de esta V100 Mandello: la aerodinámica adaptativa. A simple vista es difícil verlos, pero hay unos deflectores en los laterales del depósito (17,5 litros) que se abren y se ajustan en función de los parámetros regulados por el conductor en los modos de conducción: Travel, Sport, Rain y Road.
Todos ellos pueden ajustar en niveles el mapa motor (3), control de tracción (4), niveles de frenado de motor (3) y la velocidad a la que quieres que las alas se abran, algo que es automático en el modo lluvia para evitar hasta un 22% de la presión del aire. El parabrisas o pantalla debes activarlo a través de un botón en la piña izquierda.
La deportividad, en cambio, tiene su mejor baza en la suspensión semiactiva Öhlins Smart EC 2.0. Muchos pilotos experimentados no se sienten seguros con una suspensión que adapta el sistema hidráulico a la presión del freno y las condiciones del asfalto, pero la gran mayoría sentirán como la V100 Mandello S destaca por su estabilidad, agilidad y seguridad. Además, siempre puede regularse al gusto del conductor como lo harías con una horquilla convencional en precarga, la extensión y la compresión. La precarga trasera deberás hacerlo de manera manual.