Hymer BMC I 580: una integral compacta y más accesible
La afición por el mundo del camper está ligado a la filosofía de menos es más, también con un estilo de vida austero, apasionado de la naturaleza y sencillo. El mundo de las autocaravanas, sin embargo, permite vivir sin horarios y de manera autónoma, sin renunciar al confort o los lujos de nuestro día a día. El segmento de las integrales es el más exclusivo de los fabricantes, como el buque insignia a una marca de automoción, pero la Hymer BMC-i 580 abre una nueva era de carrocerías compactas, bien equipadas y que pueden conducirse con la licencia de coche (B).
La BMC i 580 forma parte de una nueva familia de integrales de Hymer, denominadas B Modern Comfort, que tienen como primer argumento de venta su chasis. Para la cabina, como se le llama al vehículo base sobre el que se camperiza o confecciona una autocaravana, han elegido al nuevo Mercedes-Benz Sprinter. Hablamos de la última generación del furgón de la estrella y, por ende, a todo el arsenal tecnológico, dinámico y digital de este comercial.
No es la primera vez que la estrella luce en el frontal o la parte posterior de una Hymer, pero sí en un modelo que pretende comercializarse como el barato y accesible. En ese caso, los fabricantes del caravaning suelen apostar por modelos como el Fiat Ducato o Ford Transit, dos de los modelos más recurrentes en campings y áreas de autocaravanas. La versión probada con los opcionales de la mesa extensible, el tanque de combustible de 92 litros, la pre-instalación de la placa solar, los cierres de seguridad, la ducha exterior (garaje) y otros extras del Living Confort pack, tiene un precio de 140.555 euros en AutoSuministres Motor.
Una conducción sobresaliente
Si todavía te preguntas sobre la relevancia de esta elección, nada aleatoria, piensa en las horas que puedes pasar al volante de tu casa rodante. Las autocaravanas como esta Hymer BMC-i 580 tienen un enfoque rutero, con muchos kilómetros por delante que requieren de fiabilidad, confort y buen consumo de carburante.
Si nunca has conducido una integral te sorprenderá la distancia que hay entre el volante y el parabrisas, con un salpicadero extragrande sobre el que poder dejar papeles, mapas de viaje y todo lo necesario a mano. El motivo de este diseño reside en la aerodinámica, pero también en la concepción de su silueta completamente integrada como muestra de status y elegancia desde hace décadas.
Esta superficie suele ser el principal foco de ruidos y vibraciones en la cabina de una integral, algo que no sufrimos durante la circulación con este modelo y que denota la calidad de acabados de ambos fabricantes alemanes. Tanto Mercedes-Benz como Hymer han trabajado de manera conjunta, acopando la cabina con motor diésel de 170 CV de potencia y cambio automático 9G-Tronic a un habitáculo bien confeccionado, resistente y con un reparto de pesos casi excelente.
Conducir esta integral, que puede intimidar por sus dimensiones interiores, es coser y cantar en cuanto te acostumbras a sus inercias. No olvidemos que llevamos un vehículo de 6,99 metros de largo por 2,29 m de ancho y 2, 96 m de alto que pesa 3.152 kilogramos de peso en orden de marcha, de ahí que podamos conducir con el carné de coche.
Los movimientos que se acentúan al pasar entre camiones u otros vehículos de tamaño considerable, que afectan directamente a la resistencia al aire. Por suerte, sabes que cuentas con los últimos sistemas de ayuda a la conducción y seguridad de Mercedes-Benz, entre los que se encuentra el control de crucero adaptativo, aviso de cambio de carril involuntario o frenada de emergencia, entre otras.
También te sientes como en casa al encontrar un salpicadero reconocible, conformado por el sistema multimedia Mercedes MBUX con dos pantallas de 10,25 pulgadas y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto. Es más, al llegar al camping podremos aparcar fácilmente gracias a la cámara de marcha atrás con visión angular y de calidad excelente.
Acampar con todo el lujo
Como comenté al inicio del artículo, los modelos integrales son los más exclusivos en el portfolio de cualquier fabricante. Pese a ser la versión de acceso, esta BMC-i 580 cuenta con todo lo necesario, y más, para disfrutar de unas vacaciones visitando ciudades, playas y rincones naturales de cualquier país. Su tamaño no te permitirá aparcarla en cualquier calle, así que deberás buscar una área de autocaravanas o camping y aprovechar su enorme garaje posterior, en el que cabrán las bicicletas de toda la familia e incluso un scooter pequeño.
Al volver a tu casa sobre ruedas disfrutarás de una configuración bien pensada, aprovechada hasta el último centímetro para ser disfrutada por cuatro personas. Lo más curioso de la BMC-i 580 es la colocación de la cocina, justo al lado de la entrada, y que suele ser habitual en los campers. No le falta detalle con los fogones para cocinar, cajones para el menaje y una nevera grande de 142 litros con congelador. Eso sí, esta ubicación supone perder superficie para trabajar la comida.
A cambio, tenemos más espacio para el baño. De este modo, tenemos una ducha completa separada por una mampara de la zona del WC químico y el lavamanos, donde encontramos también muebles para guardar objetos a buen recaudo. Gracias a los depósitos de aguas limpias (180 litros) y grises (150 litros) podremos viajar una semana, sin necesidad de cargar o vaciar, en función del uso de la ducha. Sobre la puerta de la entrada encontramos la pantalla de gestión eléctrica, en la que podremos modificar las luces del habitáculo, su intensidad y calor. También tenemos acceso a la calefacción Truma de aire caliente, para la que necesitaremos el gas.
En cuanto a las camas, esta distribución incluye camas gemelas en la parte posterior, convertibles en una cama King Size con espacio para guardar bolsas bajo el somier. La otra cama, situada sobre la zona del comedor, mide 1,90 metros de alto por 1,40 m de ancho y se abate manualmente. El confort de ambos catres es notable, destacando la luminosidad y los armarios que encontramos en el fijo de atrás y que, por ese motivo, es el principal.