Ruta en camper por la costa del País Vasco
El día a día de la gran mayoría de españoles está programado por sus obligaciones. Ir a trabajar, cumplir con la jornada y volver a casa con el tiempo justo para descansar, disfrutar de tu familia o amigos y volver a empezar. La afición por viajar en camper o autocaravana es un reflejo de la necesidad de huir de esa planificación, aprovechando la autonomía que conceden estos vehículos de ocio para improvisar planes y dejarse llevar. Hemos vivido esta libertad a bordo del Volkswagen Grand California, así que recomendamos esta ruta de 5 días en camper por el País Vasco.
Antes de lanzarnos a la carretera es importante repasar los elementos y accesorios que necesitaremos para que nuestro viaje sea perfecto. En este vídeo resolvemos las principales dudas ante la primera aventura en camper: ¿Puedo acampar en cualquier lugar?, ¿Dónde encontrar sitios bonitos para dormir?, ¿Qué tipo de empresa de alquiler de camper me conviene?
Es posible que, para tu primer viaje en camper, apuestes por alquilar en alguna de las principales plataformas como Roadsurfer. Su conocimiento sobre las necesidades de los campistas es clave para ofrecer servicios prácticos como la limpieza, sábanas y menaje, neveras extraíbles e incluso portabicicletas. Además, no tienen límite de kilómetros y puedes alquilar incluso siendo menor de 25 años, una opción que no es tan habitual.
Empieza el viaje
En este caso, el lugar de partida es Madrid, así que nos dirigimos a la carretera A1 y tomamos dirección a Burgos. La primera parada recomendada es el restaurante Landa, que se encuentra en el Parador con el mismo nombre y que data del siglo XIV. Su carta no es económica, pero vale la pena parar a disfrutar de un espacio atrapado en el tiempo.
Estamos a mitad de camino, así que seguimos con rumbo al embalse de Urkulu, en la comarca de Debagoiena (Gipuzkoa). Este destino es perfecto para empezar un proceso de desconexión de la ciudad y vincularnos con la naturaleza, siendo uno de los lugares preferidos por los locales para pasear y disfrutar de rutas con los más pequeños. Justo antes de acceder encontramos, a través de Park4Night, un parking en el que poder pernoctar y pasar la primera noche.
El paseo alrededor del embalse es agradable y fácil, pero siempre puedes optar por una ruta más difícil y subir al mirador Orkatzategi. Desde allí se contempla la magnificencia de esta localidad, un páramo natural al que también afecta la sequía, pero que mantiene viva su fuerza y carácter. Cerca de Urkulu encontramos el asombroso Santuario de Nuestra Señora de Aránzazu, que data de 1950 y es un homenaje a unas instalaciones de 1550.
Nos vamos a la costa
Como cualquier veraneante de la capital, pronto decidimos ir a la costa, pero antes disfrutamos del encantador pueblo de Oñati (Oñate). Además, a apenas un kilómetro del centro se encuentra un área de autocaravanas dotada de servicios públicos (WC) y zona para el vaciado/llenado de los depósitos de aguas del camper. Allí realizamos las tareas pertinentes para ser autónomos el resto del viaje, además de aprovechar las zonas verdes para desayunar antes de visitar el pueblo.
Pese a que en el Volkswagen Grand California puedes cocinar lo que desees, además de conservar la comida bien fresca en su nevera de 70 litros de capacidad. Decidimos disfrutar de la gastronomía de la zona y probar todos los “pintxos” posibles por las calles de Bilbao, una ciudad rejuvenecida y viva tras los cambios de las últimas décadas. Hace tiempo que dejó de ser esa urbe gris e industrial, pero todavía conserva un espíritu luchador que se deja sentir si paseas por su centro. También puedes aprovechar para visitar el Museo Guggenheim, con un precio de 18 euros en taquilla.
Puedes buscar una zona para dormir a las afueras de la ciudad, pero te recomendamos poner rumbo a nuestro siguiente destino: el Castillo de Gaztelugatxe. Antes pasarás por el pueblo de Bakio, en el que puedes optar por pernoctar en su área de autocaravanas (15 euros) para despertar al lado de la playa y empezar el día con un buen chapuzón.
En nuestro caso decidimos estirar el día y estacionar en un spot recomendado por los usuarios de Park4Night: ¡Todo un acierto! Hace apenas dos años era un lugar desconocido, pero las redes sociales y las aplicaciones lo han convertido en el sitio ideal para las autocaravanas y campers de la zona. Está a pocos kilómetros del Castillo de Gaztelugatxe y sus vistas dan al Golfo de Vizcaya, así que poco más se puede añadir.
Bueno sí, que no puedes improvisar todo: para subir a la ermita necesitas un ticket y las reservas están completas hasta final de verano. Su fama se incrementó de manera drástica al convertirse en el enclave de grabación de Juego de Tronos, dado que es la isla Rocadragón de la Casa Targaryen. ¿El resultado? No pudimos subir los 241 escalones que dan acceso a la ermita de San Juan de Gaztelugatxe.
Vivir de la improvisación
Por suerte, vivir con la casa a cuestas tiene sus ventajas, así que retomamos nuestro viaje fácilmente y sin más pena que la de no visitar ese enclave mágico. A cambio, organizamos unas clases de surf en Zarautz, un pueblo conocido por el talento de sus locales y las playas de los alrededores, ideales para todo tipo de niveles.
Esa noche dormimos en un spot en Askizu, un pueblo por el que pasa el Camino de Santiago de la costa y desde el que pudimos ver un atardecer increíble. Tanto que decidimos repetir y centrarnos en descubrir los pueblos de la zona: Zumaia, Getaria y Orio. Este último es ideal en caso de viajar con mascotas, dado que tiene una playa a la que poder ir acompañado de tus perros.
El Volkswagen Grand California todavía tenía margen en sus depósitos, y eso que nos duchamos dos personas cada día y fregamos los platos de los desayunos/cenas. Era la excusa ideal para acercarnos a San Sebastián (Donosti) y pasear por la mítica playa de la Concha, uno de sus emblemas. A las afueras de la ciudad hay un área de autocaravanas y también puedes reservar una plaza en el Camping Igara, así aprovechas sus servicios para asearte más cómodamente y descansar en un espacio dedicado a ello.
Volver de una sola tirada puede hacerse duro, así que, si necesitas volver a ver naturaleza antes de adentrarte en la A-1, te recomendamos una parada en los Nanclares de Gamboa. Esta localidad, a orillas del embalse de Ullíbarri-Gamboa, apenas tiene 20 habitantes (Eustat) y es un fiel reflejo de la España Vaciada. Eso sí, el embalse construido en 1950 es un punto de encuentro para caminantes y jóvenes que practican deportes acuáticos.