El Audi e-tron conquista el Mausefalle, con una pendiente del 85%
Para cumplir el reto, el e-tron equipó un tren motriz quattro especial, con dos motores eléctricos en el eje trasero y uno en el delantero que ofrecían una potencia total de hasta 503 cv y 8.920 Nm
Audi ha vuelto a poner a prueba la capacidad de su primer SUV de propulsión eléctrica, el Audi e-tron. Para ello, a finales del pasado mes de enero, la empresa alemana envió su modelo eléctrico a las pistas de nieve donde los mejores esquiadores compiten por la victoria en la Hahnenkamm Race. Con una espectacular pendiente del 85%, el Audi e-tron conquistó el "Mausefalle", la sección con mayor pendiente del famoso descenso situado en la legendaria pista Streif, en Kitzbühel.


En cuanto a las llantas de 19 pulgadas, fueron equipadas con neumáticos con clavos que se encargaron de proporcionar el agarre necesario sobre la nieve y el hielo. Todas estas modificaciones y mejoras garantizaron que el Audi e-tron subiera la pronunciada pendiente con éxito.

Para garantizar la máxima seguridad durante la prueba, el Audi e-tron fue equipado con una jaula especial antivuelco y con un asiento de competición dotado de un cinturón de arnés con seis puntos de anclaje. Además, se incorporó un sistema de seguridad extra mediante un cable de sujeción. Por último, cabe destacar que durante el ascenso a la pendiente en ningún momento intervino ningún dispositivo de tracción.
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