¿Estás dudando sobre qué elegir? Estas son las diferencias entre el renting y el leasing

Aunque el mercado de los coches de ocasión sigue siendo bastante popular entre la mayoría de los españoles, hay muchos conductores que se han decantado por otras formas de hacerse con un coche, como el renting o el leasing. Seguramente hayas oído hablar de ambas pero es posible que no sepas distinguirlas por completo. A continuación te contamos las diferencias.

Con la constante subida de los precios, los coches nuevos han dejado de ser una opción a tener en cuenta entre muchos españoles, que priorizan en la mayoría de ocasiones el precio frente a la calidad o la juventud del vehículo que adquieren. Existen muchas formas de hacerte con un coche de segunda mano, pero debes asegurarte de que no te timen al hacerlo.

La mayoría de las personas utilizan aplicaciones como Wallapop o webs como Milanuncios para comprar un coche usado, pero existen otras formas de hacerte con vehículos de segunda mano, como los concesionarios de ocasión. Sin embargo, hay una opción que muchos desconocen y que quizá pueda interesarte más de lo que crees: las subastas del BOE. Aquí puedes encontrar todo lo que necesitas saber sobre estas subastas.

Se trata de un contrato en el que se alquila un vehículo durante un periodo de tiempo que normalmente oscila entre los 1 y los 5 años y en el que suele incluirse todo lo relativo a los costes del vehículo, como el mantenimiento o el seguro. Los contratos de renting suelen estar limitados a un número determinado de kilómetros al año, y se paga una cuota fija que podría variar en función de los incidentes que tengas.

Es, principalmente, la opción que más escogen las empresas a la hora de ofrecer coches a sus empleados, pero también se está poniendo de moda entre los particulares que no quieren preocuparse de tener que asumir los gastos de reparaciones o mantenimientos, sino que buscan pagar una cuota y no tener que preocuparse de nada más.

El leasing es un concepto parecido al del renting, pero la diferencia más notable es que al finalizar un periodo de tiempo acordado con la marca que presta el vehículo, este puede ser comprado por el particular. Básicamente tendrás que pagar una cuota mensual durante un tiempo y después podrás tener la opción de comprar (como si estuvieras financiando el vehículo).

En este tipo de contratos también tendrás una limitación de kilómetros que hacer al año, y, además, no contarás con los gastos del coche pagados sino que tendrán que ir por tu cuenta. Además, otra de las grandes diferencias es que suele haber un contrato mínimo, en torno a los dos años, lo que asegura que la marca que te “alquila” el vehículo va a sacar un beneficio fijo.

Aunque ya sepas las diferencias principales entre ambos tipos de contrato, siempre puede haber variables a tener en cuenta, como la empresa que te ofrece el coche o incluso el tipo de coche. Si eres de los que buscan tener un vehículo por el que apenas preocuparse y en el que la mayoría de gastos estén incluidos en la cuota que pagas, lo tuyo es el renting.

Si en cambio eres de los que se interesa un poco más por su coche, está interesado en hacerle alguna modificación con el paso del tiempo o el coche que estás utilizando en tu contrato te ha enamorado y quieres comprarlo, el leasing puede ser la mejor opción para ti.