Probamos el Audi S3 con 333 CV de potencia
El segundo modelo de la gama A3 de Audi impresiona por su deportivo diseño y sus exclusivos detalles
En un momento en el que el mundo del automóvil se dirige hacia la electrificación, ponerte a los mandos de un potente vehículo de gasolina es toda una experiencia que hay que saborear al máximo, pues cada vez se van a ver menos por nuestras carreteras. En este ocasión probamos el segundo modelo de la gama A3 de Audi. Estamos hablando del S3, hermano pequeño del RS3, con 333 CV de potencia y el par máximo de 420 Nm. Un vehículo que gana potencia y par, 23 CV y 20 Nm más, y con el que nos podemos poner de cero a cien kilómetros por hora en tan solo 4,7 segundos. Pero bueno, vamos por partes y comencemos por un análisis de lo que nos ofrece este S3 en lo que a equipamiento se refiere.
Los cambios más importantes, con respecto a la generación anterior, se concentran en la parte delantera. La parrilla Singleframe es más plana, sin marco y toda en color negro, incluido el logotipo de la marca. Las tomas de aire inferiores son más grandes, y se conectan mediante un spoiler inferior que acentúa su deportividad. La firma lumínica, en forma de L, y ahora podemos elegir entre cuatro formas diferentes, que podemos seleccionar desde la pantalla central.
En la zaga tampoco hay muchos cambios significativos. La firma lumínica sigue siendo la misma en lo que a formato se refiere, pero modifican la distribución de funciones. El parachoques tiene ligeras modificaciones, e incorporan parte de la parrilla Singleframe para acentuar la deportividad. Evidentemente el cambio más importante viene por las salidas de escape. Incorpora cuatro, dos a cada lado, firmados por Akrapovic, lo que sin lugar a dudas es un sello de deportividad inigualable.
El interior rezuma deportividad por los cuatro costados. Los aireadores sufren modificaciones y ahora son más estilizados. En el modelo de la prueba, los asientos son tipo backet, con los pespuntes en color rojo, la tonalidad de la deportividad. El volante también tiene ligeros cambios, con la base achatada y el logo S3 incorporado, manteniendo las levas en su parte posterior, parcialmente cromadas. Estéticamente, uno de los cambios más notorios es el nuevo selector del cambio automático, ahora plano, y que se maneja con mucha facilidad.
El sistema de infoentretenimiento incorpora una tienda de aplicaciones virtual, que permite la descarga de apps de terceros, no solo de Audi. Cuenta con una pantalla de 12,3 pulgadas, mientras que el virtual cockpit situado detrás del volante cuenta con unas dimensiones de 10,25 pulgadas. En esta ocasión, la tela de las puertas está retroiluminada, con lo que el ambiente gana mucho más.
Como os contaba al comienzo del artículo, el motor es un 2.0 TFSI turbo de gasolina de cuatro cilindros, con 333 CV de potencia. La caja de cambios es automática de doble embrague y siete relaciones, y también presenta ligeros cambios para ganar respuesta desde parado, reduciendo el tiempo de cambio entre marchas.
El mayor cambio viene dado por la incorporación del sistema de reparto del par en el eje trasero que en Audi denominan torque splitter. Son dos embragues multidisco que están en la salida del diferencial trasero, uno para cada rueda. En los modos de conducción incorpora el “Dynamic plus” con lo que el sistema torque splitter trata de enviar la máxima cantidad de par posible al eje posterior e incrementar la tendencia a sobrevirar.

En carretera, la respuesta de este Audi S3 es muy notable. Jugando con los diferentes modos de conducción podemos notar las diferentes modificaciones que sufre el vehículo para adaptarse a las diferentes condiciones. Espectacular es el juego de luces en la conducción nocturna, adaptándose a las condiciones lumínicas de la conducción sin molestar a nadie y permitiendo una visión perfecta y haciendo mucho más fácil la conducción nocturna.
En ciclo urbano podemos conseguir consumos muy ajustados, aunque si nos vamos a una carretera revirada y apretamos, estos aumentan, aunque tampoco de forma exagerada. Es fácil conducirlo y para los que os gusta la gasolina, es un vehículo para disfrutar.