24 Horas de Le Mans: Circuito de La Sarthe, el campo de batalla

El famoso trazado francés, que alberga la mítica prueba de resistencia desde 1923, combina 13,62 kilómetros de carretera pública y circuito

Cada vez queda menos para el 10 de junio, fecha en la que arrancará la edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans, la carrera más señalada en el calendario del Mundial de Resistencia (WEC) y, probablemente, el evento más importante del mundo de motor. Este año, como adelantamos en Neomotor, la prueba francesa promete ser de las más emocionantes de la historia, con más marcas que nunca y con hasta 16 hypercars y LMDh en la pugna por el primer puesto mientras esquivan los LMP2 y los GTE-Am, así como el simpático Chevrolet Camaro de la Nascar adaptado para la ocasión. Conociendo cómo será la edición de este año, es el momento de descubrir los secretos y detalles del Circuito de La Sarthe, el campo de batalla donde se disputan las 24 Horas de Le Mans.

El trazado francés de La Sarthe, cerca de la localidad de Le Mans, es uno de los circuitos más largos del mundo, con 13,62 kilómetros con una combinación única de carreteras públicas y un tramo de circuito diseñado específicamente para la carrera, con largas rectas, un sector muy técnico y algunas chicanes que, además de mejorar la seguridad del circuito, suponen algunos de los puntos de adelantamiento más claro.

El trazado, al detalle

Una vuelta estándar arranca en la recta de meta, una de las más cortas de todo el circuito, para recorrer en los primeros metros -compartidos con el circuito usado para MotoGP- la abierta curva Dunlop a derechas y la mítica chicane Dunlop, pasando por debajo del gran neumático de la marca. Dejado atrás el desvío del trazado de motos en la curva de la Chapelle, siguen una sucesión de curvas, las eses de la Foret para llegar a un giro a derechas en casi ángulo muerto, la curva de Tertre Rouge, para salir a carretera pública y encarar la recta de Mulsanne, de casi seis kilómetros de longitud y dividida en tres partes.

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La primera, de casi tres kilómetros, desemboca en la chicane Daytona en un punto clave de adelantamiento, para continuar con otros casi dos kilómetros más a fondo hasta la chicane Michelin, la última que se creó por seguridad para dividir la recta. Tras más de un kilómetro, de nuevo, con el pie pisando al máximo el acelerador, llegamos a una de las curvas más famosas, y una de las frenadas más fuertes, del circuito, Mulsanne.

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Tras superar Mulsanne, los coches vuelven a alcanzar su máxima velocidad en la abiertísima curva du Golf para enfilar otro de los puntos críticos del trazado, la cerrada curva Indianápolis en uno de los sectores más espectaculares de La Sarthe. Una vez superada, los pilotos deben cambiar el chip y agarrar bien el volante porque llega la zona más técnica a partir de las curvas Porsche -derecha e izquierda, las curvas du Pont, Karting y Corvette en una sucesión que combina curvas medias con alguna más cerrada para terminar en la chicane Maison-Blanche. La vuelta se completa tras una sucesión de dos chicanes, la Ford y la chicane du Raccordement, la segunda más cerrada que la primera, para superar la línea de meta. Según la categoría, una vuelta puede oscilar entre los tres minutos y medio y los más de cuatro minutos. La vuelta más rápida jamás dada en La Sarthe, conseguida por Kamui Kobayashi en 2021 con su Toyota TS050 Hybrid, está establecida en tres minuto y 14,791 segundos.

Curiosidades del circuito de La Sarthe

La combinación de altas velocidades, sectores revirados y cambios de tipo de asfalto convierten La Sarthe en uno de los circuitos favoritos de los pilotos y las 24 Horas de Le Mans en la carrera fetiche de la gran mayoría. En su historia han participado pilotos de la talla de Carroll Shelby, que ganó en 1959, Tom Kristensen, el máximo campeón de Le Mans con nueve victorias, Jacky Ickx, con seis victorias, Emanuele Pirro, que ganó cinco veces o los españoles Fernando Alonso, ganando dos veces, y Marc Gené, con un primer puesto en su haber.

Las 24 Horas de Le Mans lleva utilizando el trazado para la carrera desde 1923, aunque ha habido importantes cambios durante estos años para mejorar su seguridad. Antes de introducir las chicanes, de hecho, se habían superado los 400 kilómetros por hora en varias ocasiones durante los seis kilómetros de la recta de Mulsanne. La última modificación data de 2018, cuando se incluyó la chicane Ford para modificar los últimos metros del circuito.

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Sus características e historia lo han convertido además en uno de los circuitos favoritos de los apasionados del automovilismo. Es por eso que las 24 Horas de Le Mans es uno de los eventos del motor que más espectadores atrae, atraídos también por el formato de la carrera, y uno de los trazados más reproducidos en videojuegos. Solo por nombrar algunos, La Sarthe aparece en Gran Turismo 4, 5, 6 y 7, en Forza Mtorsport 4, 5, 6 y 7, en Project Cars, Project Cars 2 y Project Cars 3, en Assetto Corsa, en rFactor y rFactor 2, en Need for Speed Shift y Shift 2 Unleashed o iRacing.

El Circuito de La Sarthe se prepara para albergar la carrera más especial de su historia, la edición centenaria de las 24 Horas de Le Mans. En una carrera tan larga, un circuito como este juega un papel esencial en la carrera, casi como un piloto más contra el que competir. 13 kilómetros indomables que aguardan uno de los hitos más especiales del automovilismo.