Citroën saluda al futuro y cambia su imagen con el nuevo Oli

Sencillo, barato y eléctrico. Citroën desafía las tendencias con un prototipo de coche eléctrico al estilo Ami.

Citroën vuelve a romper moldes con el lanzamiento de su nuevo concept car, el Citroën Oli. Esta vez se trata de un coche bajo las mismas premisas de ahorro, simplicidad y abaratamiento de costes que el Ami. ¿Su razón de ser? Democratizar la movilidad eléctrica. El Citroën oli se pronuncia [all-ë] que, en inglés, nos recuerda a la palabra all (todos).

Todavía se encuentra en fase de prototipo (y nos da que no saldrá al mercado), pero el atrevimiento y descaro de la firma del chevron nos hace imaginar un futuro próximo para este eléctrico, cuyo precio rondaría los 25.000 euros si decidieran lanzarlo al mercado. Empezando por la reinterpretación del logotipo 'deux chevrons', que se incluirá en los próximos modelos junto a la identidad corporativa de Citroën.

Este modelo desafía lo convencional con formas simétricas y soluciones asequibles, claves a la hora de reducir el peso del vehículo y la complejidad de su fabricación. En resumen: más barato de hacer y de comprar. Todo ello sin olvidarnos de la sostenibilidad, con presencia de materiales reciclables y reciclados, además de su propulsor cero emisiones.

El heredero del Ami

Al ver al Citroën Oli es imposible no pensar en el Ami, un concepto que ha conseguido captar nuestra atención e incluso se ha agotado en minutos. Hablamos del lanzamiento de la variante Citroën My Ami Buggy, con un precio de 9.790 euros, con detalles específicos para circular por terrenos complicados.

Nuevo Citroën Oli.
Desde entonces se han sucedido las crisis, los retrasos en la entrega de coches, la falta de semiconductores y, ahora, una guerra en la frontera con Rusia. La situación ha encarecido drásticamente los precios de los coches, ya muy altos previamente si hablamos de modelos electrificados. Es ahí donde entra en juego el concepto del Citroën Oli que, tal como plantea el director general de Citroën, Vincent Cobée: "puede ofrecer una movilidad 100% eléctrica, sin complicaciones, a TODO tipo de personas, de forma sorprendente, responsable y gratificante".

¿Qué es el Citroën Oli?

El Oli es un conceptcar inspirado en los coches de los 70, con una clara fijación en el peso y su tamaño. Desde la firma del chevron se lo plantean como un laboratorio de pruebas, con el que experimentar soluciones que puedan servir para los modelos de producción del futuro. Es decir, su figura de líneas cuadradas, que nos recuerda a los Lego de nuestra infancia, no llegará a las fábricas de la marca (por ahora).

Citroën Oli.
Al ser más ligero que un SUV eléctrico de cualquier marca, no es necesario instalar una batería de gran tamaño para moverlo. Con una batería de 40 kWh de capacidad alcanzaría los 400 kilómetros de autonomía que, limitando la velocidad máxima a 110 km/h y con un consumo de 10 kWh/100 km, nos daría para completar los típicos trayectos diarios en familia. Incluso podríamos viajar con él gracias a un tiempo de carga del 20% al 80% en 23 minutos.

Irreverente y funcional

El diseño del Citroën Oli es su mayor cualidad, o debilidad. La firma ha apostado por unas líneas nada convencionales y demasiado simétricas. Su tamaño, de 4,20 metros de largo por 1,65 m de alto y 1,90 m de altura, lo sitúan en el segmento C, pero sin competencia directa en el horizonte. La simplicidad es su punta de lanza, con una reducción notable en el uso de piezas y componentes, además de la utilización de materiales ligeros y responsables con el medio ambiente.

Formas cuadradas y diseño especial.
Lejos de ser solo estética, los elementos del Oli tienen una razón de ser. La forma plana del capó, techo y paneles de la caja trasera pueden soportar mucho peso y son resistentes a tareas como la poda de árboles o el manejo de materiales cortantes. Esta durabilidad se consigue con el revestimiento en resina de poliuretano Elastoflex, cubierta con una capa de Elastocoat y pintada con una técnica innovadora al agua, llamada R-M Agilis de BASF.

Tampoco podemos pasar por alto la presencia de un parabrisas completamente vertical, una decisión poco aerodinámica pero acertada para una movilidad urbana con mucha visibilidad. Las puertas se abren al estilo suicida y deja ver un interior amplio, despejado y de simplicidad asombrosa, con un único travesaño con soportes para el móvil a modo de salpicadero. Además, cuenta con una capacidad de carga muy interesante e incluso puede convertirse en una especie de pick-up con hasta 1.050 mm de distancia para objetos largos.

Interior del Citroën Oli.
Los asientos, por ejemplo, necesitan un 80% menos de piezas y los respaldos de malla mejoran la luz del habitáculo, generando así más sensación de espacio. Las llantas de 20 pulgadas también son un 15% más ligeras que las equivalentes en acero y Goodyear ha sido el encargado de desarrollar un neumático de pruebas, llamado Eagle Go. Como curiosidad, se podrán realizar cambios estéticos posteriormente, pensando en que los coches pueden llegar a tener más de un propietario a lo largo de su vida útil.

Un dispositivo eléctrico

La firma del doble chevron nos tiene acostumbrados a sus renombramientos de vehículos, como si fueran algo más que coches. La idea es entender al Citroën Oli como un dispositivo eléctrico más y, como tal, su utilización tiene que ser amigable y reconocible para todo tipo de usuarios.

Citroën Oli, el rey de la funcionalidad.
No solo eso, debe convertirse en un aliado de nuestra movilidad y funcionalidad con soluciones como el Vehicle to Grid (V2G). El Oli ofrece la posibilidad de almacenar el exceso de energía de los paneles solares de casa para, posteriormente, venderla a los proveedores o aprovecharla ante un pico de demanda o un corte de energía. Incluso puede convertirse en tu toma de carga, con la función V2L que estrenaron el Kia EV6 o Hyundai Ioniq 5, que permite cargar otros dispositivos a una corriente de 3,6 kW.