¿Cómo elegir el casco de moto?
Los cascos no solo deben ser bonitos, también son vitales para protegernos en la moto.
En 1982 entró en vigor la obligatoriedad de llevar casco en las motos de más de 125 centímetros cúbicos. Por ese entonces, era habitual ver a jóvenes en scooters o modelos de pequeña cilindrada y sin esa protección, o con el llamado “quitamultas”. Diez años más tarde, en 1992, se aplicó la medida a todo tipo de motocicletas y ciclomotores, en vías urbanas e interurbanas, con sanciones económicas ante el incumplimiento. Hoy en día es complicado ver un motorista sin casco, tanto en las ciudades como en los pueblos y las carreteras españolas. Sin embargo, todavía son muchas las dudas ante la elección del casco.

¿Qué tipo de cascos existen?
El mercado del equipamiento para moteros crece y crece con los años. Las alternativas aumentan y surgen nuevas propuestas, también referentes a la seguridad. En líneas generales, existen tres tipos de casco de moto: integral, modular y jet (abierto). Su nivel de protección es de mayor a menor respectivamente, siendo el jet los menos aconsejables desde un punto de vista práctico.

Los modulares son el compromiso perfecto entre un casco integral y un jet. Su mentonera abatible te permite abrirla durante una parada larga o un semáforo, mejorando la ventilación e incluso una conversación durante una ruta. Eso sí, no todos los modulares pueden circular con la mentonera abierta. Para ello tienen que contar con la doble homologación “P/J”, que no es común en los modelos generalistas. Además, su estructura móvil incrementa el peso y empeora la insonorización de la calota.

¿Cómo elegir el casco de moto?
Más allá de gustos estéticos y presupuesto para la compra, el primer punto para decidir modelo es su utilización. Los cascos abiertos pueden ser una alternativa para la circulación urbana, pero únicamente en ese caso. Los modulares, en cambio, también conceden la seguridad necesaria para viajar y los cascos integrales se dividen en modelos deportivos, touring, vintage o convencionales. Sus diseños están aerodinámicamente preparados para una u otra situación, dado que la posición encima de la moto también es muy distinta.

¿Y la talla?
Es el momento decisivo, la elección de la talla. Nada de lo que hemos comentado anteriormente servirá de nada si elegimos una talla pequeña o grande. El primer punto nos impedirá ir cómodos con el casco, ejerciendo una presión en la cabeza que puede obligarnos a parar. Si elegimos una talla grande, la seguridad se reduce drásticamente y perdemos gran parte de las cualidades del casco.

Tienes que notar una presión uniforme en la cabeza, un detalle que no suele ser fácil de encontrar. Lo más probable es que sientas más agarre en una zona que en otra. Por ese motivo, y más allá del gusto estético, recomendamos probar algunos modelos antes de decidirnos por el definitivo. Lo mejor es dejarse el casco, un buen rato, de 10 a 15 minutos, para adaptarte y ver si la presión se mantiene, sin llegar al dolor.
La guía de tallas, para empezar a probar, es la siguiente:
- 52-54 XS
- 55-56 S
- 57-59 M
- 59-60 L
- 61-62 XL
- 63-64 XXL