Head-Up Display: la tecnología de los cazas de combate aplicada al automóvil
Este dispositivo permite ver la información de conducción flotando sobre la carretera
El Head-Up Display (HUD) se ha convertido en un elemento cada vez más común en los automóviles modernos, ya que no sólo logra mejorar la experiencia de conducción, sino que eleva notablemente la seguridad al volante, evitando que desviemos la mirada de la carretera, puesto que ofrece una visión proyectada de información crucial directamente en el parabrisas del vehículo.
Esta información puede incluir datos como la velocidad del vehículo, indicaciones de navegación, alertas de colisión, límites de velocidad y más. La proyección se muestra en el parabrisas o en un panel transparente cerca del campo de visión del conductor.
Los HUD suelen estar compuestos por un proyector que muestra la información, un sistema de computación que procesa y selecciona qué datos mostrar, y un reflector que dirige la imagen hacia el parabrisas. Hay diferentes tipos de HUD, desde los más básicos que muestran información de velocidad y navegación hasta los más avanzados que incorporan elementos de realidad aumentada, como gráficos tridimensionales y datos contextualizados.
Los más complejos y modernos se proyectan directamente sobre al parabrisas, que debe tener una composición especial para que se vea correctamente la información, como si flotase frete al conductor. Mientras que los que lo hacen sobre una superficie de plástico transparente son algo más sencillos y no se ven tan bien como los primeros.
El primer Head-Up Display
La historia de los HUD se remonta a la década de 1940, cuando se utilizaron por primera vez en las miras de los aviones de combate. Con el tiempo, estos sistemas evolucionaron hasta convertirse en parabrisas complejos y ahora se han convertido en tecnología estándar para los aviones civiles.
Este sistema se extendió rápidamente al sector del automóvil. En 1988, Nissan había integrado un HUD en el Silvia S13 y General Motors hizo lo propio en su Oldsmobile Cutlass Supreme. Este vehículo presentaba un sistema básico que proyectaba la velocidad en el parabrisas. Desde entonces, la evolución ha sido notable, llegando a la actualidad con modelos que integran tecnología de realidad aumentada.
Lo hacen mostrando información contextualizada sobre el entorno del vehículo, como direcciones precisas, señalización virtual y advertencias de tráfico en tiempo real que se reflejan sobre la carretera. Esta integración de realidad aumentada en los HUD representa el siguiente paso en la evolución de la seguridad y la comodidad en la conducción. En el futuro esta proyección podría ampliarse a todo el parabrisas para crear entornos de infoentretenimiento totalmente envolventes con la llegada de los coches autónomos.
A medida que la tecnología avanza, es probable que los HUD se conviertan en una característica estándar en la mayoría de los vehículos, independientemente de su categoría. Se espera que sigan mejorando su capacidad para brindar información más detallada y personalizada, adaptándose aún más a las preferencias individuales de los conductores. Por ahora, sólo uno de cada diez automóviles nuevos está equipado con un HUD, pero se espera aumente hasta casi el 40% en 2030.