Musk debe dejar de ser CEO de Twitter
Seguir la actualidad de Elon Musk es una actividad bastante entretenida. Nunca sabes qué va a tocar hoy. Desde Neomotor seguimos sus acciones en clave Tesla, buscando poner el foco en el devenir de la marca, que está mucho más ligado a Twitter de lo que pensamos. La última es que, parece, su futuro como CEO de la red social está en el aire porque él mismo ha querido ponerlo en juego.
Me explico, Musk ha publicado una encuesta en su perfil de Twitter preguntando si debería seguir como su CEO. “Acataré los resultados de este sondeo”, ha cerrado. Para ser justos, cabe decir que el empresario sudafricano suele cumplir con los resultados que arrojan sus encuestas. Vale decir también que suelen ser preguntas en las que siempre sale el resultado que busca. Apenas una hora tras la publicación de la encuesta, con casi cuatro millones de votantes, el 58% votaba que se fuera.
En el momento de la redacción de este artículo, con la encuesta recién cerrada, el 58% de más de 16 millones de votantes ha dictado que Musk debe dejar de ser CEO de Twitter. “Como dice el dicho, cuidado con lo que deseas, que podrías conseguirlo”, publicó apenas unas horas después de arrancar la encuesta. Un enigmático mensaje que, como todos sus posts en la red social, se ha viralizado.
Un pozo para el dinero
No hace ni dos meses que Elon Musk es propietario de Twitter y, al margen de los múltiples escándalos en cuanto a despidos, dimisiones y peleas con periodistas -con cancelaciones de cuentas mediante-, lo que queda claro es que el CEO de Tesla sobreestimó la capacidad de la red social de generar el suficiente dinero como para ser rentable. Claro está, el boicot de muchas compañías, que dejaron de pagar publicidad en Twitter, no ha ayudado. Pero el que avisa no es traidor y la personalidad de Musk y su entrada en la red social no generaron precisamente entusiasmo para los anunciantes.
Y decimos que queda claro que Musk sobreestimó a Twitter porque entró con muchos planes, mucha confianza en sus ideas y creyendo en el potencial de la red social. Que Twitter solo haya generado beneficios dos veces en once años era un hecho que Musk achacaba a su dirección y a todos los problemas de “libertad de expresión” -ahora más coartada que nunca- que tenía la compañía.
Pero lo cierto es que, pese a ser el propietario de Twitter, Musk se ha endeudado para su compra, y mucho, y necesita dinero. No parece funcionar Twitter Blue, su modelo de suscripción, y los anunciantes no solo no vuelven, sino que cada vez más empresas han optado por dejar la red social del pájaro azul. Estos hechos han provocado una importante necesidad de capital, y aquí es donde entra Tesla en juego.
Tesla ha caído más de un 50%
Tesla llegó a cotizar por encima del billón de euros, con ‘b’ -el trillón de los norteamericanos-, a mediados de año. La confianza de los inversores en la marca era correspondida por cifras récord de producción y ventas pese a la escasez de chips y por un incremento sostenido de la demanda. El valor era seguramente demasiado alto, el mismo Musk consideró que las acciones estaban “sobrevaloradas” y que habría alguna corrección en algún momento, sobre todo teniendo en cuenta que rivales como Toyota, que vende casi 10 veces más unidades al año que la marca norteamericana, está valorada en 215,5 millones de euros.
El 25 de abril, tras anunciarse la compra de Twitter por parte de Musk, sus acciones se desplomaron en un 12%, marcando el inicio de una tendencia negativa que ha perdurado hasta hoy, 19 de diciembre, fecha en la que sus acciones cotizan un 54,84% por debajo respecto al 25 de abril y en el que su valor ha caído hasta los 474.400 millones de euros. Sigue siendo la automovilística más valiosa del mundo, pero la sangría no cesa.
Motivos hay muchos. Al principio fue la incertidumbre respecto al compromiso de Musk respecto a Tesla. Después fue la mala prensa y después las sucesivas ventas de acciones para conseguir el capital necesario para comprar Twitter. Cabe destacar que Musk, que ya no es el hombre más rico del mundo, tiene su fortuna principalmente en forma de acciones, la gran mayoría de Tesla. Tantas ventas no calmaban las aguas entre sus inversores.
Así hemos llegado hasta hoy, con varias informaciones apuntando a que Musk pasa más tiempo en Twitter que en Tesla, algo normal, y con rumores apuntando a que estaría considerando dejar el cargo de CEO de la automovilística en favor de Tom Zhu, uno de los ejecutivos más importantes de la marca -aunque no se ha confirmado todavía nada y desde Neomotor no tenemos indicios de que vaya a ocurrir-.
La última venta de acciones es hace justo cuatro días, cuando se quitó de encima otras 22 millones de acciones por 3.600 millones de dólares, dinero que destinará a la red social. Según varias informaciones, Musk habría ofrecido, además, participaciones en Twitter a los inversores que le ayudaron a comprarla al precio original de compra para generar efectivo para pagar la milmillonaria deuda de la red social.
Parece que la aventura en Twitter es un enorme quebradero de cabeza para un Musk en busca de la fórmula que permita a la red social generar dinero. A la hora de la publicación de este artículo, Musk ya ha perdido la votación. Debe dejar de ser CEO si cumple lo prometido. Veremos.