Honda CR-V: sentido común ante todo
En el mundo de la automoción, muchas firmas buscan conquistar a su cliente desde el aspecto emocional e impulsivo. Honda, en cambio, apuesta por la racionalidad de aquellos que quieren un coche fiable, atractivo, atemporal y tecnológicamente al día. En la sexta generación del Honda CR-V no encontraremos sistemas e innovaciones de vanguardia, pero sí un conjunto de lo más equilibrado ideal para familias con necesidades de espacio.
Una habitabilidad que le sitúa como el mayor de la familia SUV de la firma, que ha insuflado vida a su gama con las incorporaciones del Z-RV y el 100% eléctrico e:Ny1. Ha crecido en casi todas sus cotas, con un tamaño de 4,71 metros de largo (10,5 cm más), 1,87 m de ancho (1 cm más) y 1,67 m de alto (1,4 cm menos), con una distancia entre ejes 3,8 centímetros más larga (2,70 metros).
Se siente más grande, pero también más refinado y elegante que antes. Los retoques estéticos rebajan su agresividad, con un frontal más vertical que refleja amplitud y modernidad. Los grupos ópticos estrenan firma lumínica LED y la parrilla toma protagonismo, con el logo en el centro y un diseño hexagonal sencillo pero contundente.
La zaga estrena una nueva combinación de luces verticales que concede, también, un mayor volumen. Una especie de promesa que se cumple al abrir el portón trasero, que da paso a un maletero de 586 litros para el híbrido 4x4, 596 litros para el híbrido 4x2 y hasta 635 litros para el modelo híbrido enchufable, que sitúa la batería bajo el piso.
Las nervaduras se repiten por toda la carrocería como elemento diferenciador, que imprime fuerza al conjunto con nuevos colores como el Diamond Dust Pearl (exclusivo para las versiones e:PHEV), azul Canyon River Blue Metallic y dorado Gold Titan Metallic. Se suman a los ya existentes: rojo Premium Crystal Red Metallic, blanco Platinum White Pearl y negro Crystal Black.
Las llantas de aleación parten de las 18 pulgadas pero tienen acabados distintos según el paquete y modelo de CR-V. Así como encontraremos un buen nivel de equipamiento desde el modelo más básico, firma de la casa Honda, con techo solar, cristales tintados atrás, portón eléctrico, llave inteligente, tapicería en acabado de piel/símil piel, asientos calefactables, pantalla central de 10,2 pulgadadas, cargador inalámbrico y sistema de ayudas a la conducción y seguridad Sesing 360.
¿Híbrido o PHEV?
Dos de los CR-V disponibles son híbridos convencionales, junto a un tercero híbrido enchufable. Todos ellos comparten el bloque de 2.0 litros de cuatro cilindros con una potencia final de 184 CV. Eso sí, en la variante e:HEV se ofrece en tracción delantera y tracción total, una opción que no está disponible en el e:PHEV.
El modelo con etiqueta cero incorpora una batería de 17,1 kWh, frente a los 1 kWh del e:HEV, y concede hasta 82 kilómetros de autonomía eléctrica. Este CR-V prioriza el uso del motor eléctrico e incluso se puede cargar la batería con el bloque de combustión en el modo Charge, que se suma al Automático, EV y Save (que mantiene el % de la batería).
El PHEV se carga en una toma de hasta 6,8 kW en menos de tres horas y estrena un modo de conducción Tow para aumentar la capacidad de remolque hasta los 1.500 kilogramos (750 kg en los híbridos). Su precio de partida es de 61.760 euros, mientras que el e:HEV con 4x2 sale desde los 51.545 euros, por lo que en todas su versión es algo más caro que los rivales directos del segmento.