Los Citroën que vienen
La frenética actividad de Stellantis no cesa en ninguna de sus marcas, sus buenos resultados económicos, su continuo crecimiento y los fuertes rumores de su “fusión” con Renault -algo que ya se intentó en el pasado pero que el brillante Carlos Tavares, CEO de Stellantis, podría conseguir-, no alteran sus planes de renovación de modelos. Buen ejemplo de ello es Citroën que en una Master Class de diseño sobre su nuevo ë-C3 nos ha dejado ver por dónde van los tiros de su futuro.
El C3 siempre ha sido un modelo clave en Citroën, sus tres generaciones anteriores han tenido un gran éxito comercial y una excelente acogida en los mercados, sin embargo, en la creación de la cuarta generación, el ë-C3 supone algo más; y es que estrena el nuevo lenguaje de diseño en la marca, donde los frontales sólidos, facetados, con gran protagonismo de complejos grupos ópticos y de su nuevo logo, desfilaran en todas las futuras creaciones de la marca. Para ello, la firma de los chevrones ha tirado de lo mejor de la casa, creando un bien conjuntado equipo de diseñadores, ingenieros y técnicos que han dispuesto de la libertad creativa suficiente, como para crear esta nueva identidad.
Así, la difícil tarea de sustituir a un modelo de éxito, se afrontó con una nueva visión, llena de ideas atrevidas, dibujando una nueva silueta, con un frente icónico -como en las grandes creaciones de la marca, desde el 2 CV al DS “tiburón”-, donde se dejan ver detalles con carácter y el nuevo logo de la marca asume el protagonismo -también vemos los chevrones en detalles como las cantoneras de los pasos de rueda o en la parrilla frontal-, sutiles posibilidades de personalización -las pequeñas bandas del cristal de la ventanilla trasera y las situadas en las tomas de refrigeración del paragolpes pueden ser de múltiples colores, e incluso lucir los colores de la bandera francesa, española, etc...-. Como en toda nueva creación, la pasión de sus diseñadores se deja ver en todos los ángulos del coche.
La cosa no acaba aquí, si atractivo y espectacular resulta el ë-C3 por fuera, el interior sigue la misma tónica innovadora. Citroën ha reinventado un salpicadero que flota frente al conductor, con un volante “cuadrondo” de pequeño tamaño que, como en el i-cockpit de Peugeot, deja leer la información por encima del mismo y tiene a su lado la pantalla del sistema de infoentretenimiento -bien visible y utilizable por los dos ocupantes delanteros-, todo ello colocado sobre una especie de balda longitudinal, en cuyos laterales y centro se ubican las boquillas de ventilación y cuyo frontal vuelve a hacer un giño a los chevrones. Todo un ejemplo de simplicidad, mezclado con tecnología que crea esa pretendida sensación de comodidad visual, algo a lo que contribuyen los nuevos asientos de aspecto impecable. Acabados y materiales son robustos y de calidad para terminar de rematar el conjunto.
A grandes rasgos estas son las claves del nuevo lenguaje de diseño de Citroën que, aunque debutan en el ë-C3 -que llegará en unos meses a nuestro mercado y convivirá con el actual con motores térmicos, para acabar sustituyendo también a estos últimos, ya como C-3- ya nos han dejado ver en el nuevo Berlingo que se ofrecerá no sólo con motores eléctricos, sino también con los añorados motores diésel de última generación. Como se puede ver en las fotos, el nuevo y robusto frontal deja bien claro su origen.
Lo mismo sucede con la esperada Camper de Citroën, estructurada sobre la SpaceTourer y que se comercializará en las próximas semanas bajo el sugerente nombre Holidays, plagada de soluciones ingeniosas y donde podrán pernoctar cuatro personas con comodidad, no falta ni la cocina, ni la mesa extraíble, la ducha (exterior), etc. En su frontal deja ver los rasgos estilísticos comentados, proponiendo lo que los amantes del Camper definirán, a buen seguro, como “una furgo muy chula”.