Porsche Macan: ¿Cómo se diseña un eléctrico de Stuttgart?
La evolución no espera, y mucho menos tiene consideración por los puristas anclados en el pasado. Porsche lo dejó claro con el lanzamiento del Cayenne, su primer SUV y el que algunos entendieron como un insulto al legado de los de Stuttgart. En 2023 se mantuvo como el modelo más vendido de la marca. Tampoco se confió con la transición a la electromovilidad y el Porsche Taycan es el segundo en el ranking, seguido del Macan. La lógica es aplastante, así que ¿Por qué no unir lo mejor de los dos mundos? SUV y eléctrico en el primer Porsche Macan 100% eléctrico de la historia.
Se presentará este jueves 25 de enero de 2024 en Singapur, pero cualquier curioso o aficionado podrá seguirlo a través de una retransmisión en directo a partir de las 12:30 horas. Incluso en eso el mundo ha cambiado y Porsche quiere hacer a todos partícipes de esta nueva era eléctrica, prestacional y sensorial de su próximo lanzamiento.
¿Cómo se ha diseñado?
Horas antes de esta presentación, Michel Maure, director de diseño de la firma, ha querido explicar las claves de su estética y evolución. “El nuevo Macan es el primer coche que electrificamos a partir de una identidad de producto ya establecida” explicó, por lo que debían aportar un toque novedoso, sin perder su propia esencia, un equilibrio entre la excelencia y la innovación.
La disposición de nuevos elementos y componentes modifica el desarrollo de un vehículo desde sus inicios, de modo que los requisitos técnicos afectan directamente a su diseño. Eso sí, en Porsche no pueden saltarse la línea que les ha hecho reconocibles a lo largo del tiempo y la batería es un componente bastante grande “que requiere mucho espacio y podría alterar la relación entre ancho y alto”. A cambio, el motor es más pequeño y les permite mejorar la forma distintiva del capó.
Diseñadores e ingenieros han trabajado codo con codo para que el coeficiente aerodinámico del nuevo Macan sea de 0,25 cX, uno de los más bajos de entre los SUV existentes hoy en día. Todo ello sin perder de vista que un “Porsche sigue siendo Porsche; incluso un Porsche eléctrico es un deportivo en su segmento. Desde este punto de vista, es lógico que no abandonemos nuestro acreditado ADN de diseño” explicó Mauer.
En cuanto a su interior, Mauer adelantó que la llamada pantalla curva introduce un elemento de visualización flotante claramente orientada hacia el conductor. Además, han creado una especie de “modo mínimo” en la instrumentación, que lucirá los datos necesarios para conducir y nada más.