¿Cómo trazar una curva correctamente?

Frenada, vértice y salida son los estados de una curva y en este artículo te contamos cómo realizarlos correctamente.

En la última entrega, de esta temporada, sobre consejos de conducción junto a RACC Advanced Driving Center hablaremos sobre las curvas, la seguridad y la trazada. Para muchos, el vehículo es una herramienta que les permite llegar del punto A al punto B de manera autónoma, independiente y cómoda. Sin embargo, otros consideran a ese coche o moto una máquina que les concede un alto porcentaje de diversión, emoción y adrenalina, como nos sucedió con el Alpine A110 S probado hace unos días.

Ambas opciones son válidas si cumplen con las normativas y, tanto el uno como el otro, deberá circular por curvas tarde o temprano. Ese momento puede ser un tramo de sufrimiento extremo, tensión y miedo o en la parte más esperada, solo tienes que aprender a trazar una curva correctamente.

Como una imagen vale más que mil palabras, en los cursos de conducción suelen utilizar una representación de una curva para poder pintar encima las trazadas correctas incorrectas. Esta técnica es clave para hacernos una idea de los elementos que implican a una curva: frenada, vértice y salida. Lógicamente, en la carretera nos encontramos giros de todo tipo, más abiertos y más cerrados, pero la base para la seguridad seguirá siendo la misma y se compone de fases.

Frenada

Para realizar una conducción segura, que no quiere decir aburrida, lo primero es aprovechar al máximo la estabilidad y el agarre del vehículo. Por ese motivo, frenamos con el coche completamente recto antes de iniciar el giro y así contaremos con la adherencia del neumático sin forzar o exigir a las bandas de rodadura.

Frenamos con el vehículo recto.

La intensidad de la frenada dependerá de lo cerrado de la curva, así como nuestra velocidad. Para calcular la presión al freno central es importante mirar lejos, más allá de nuestro morro, para obtener información con suficiente antelación.

Vértice

Es normal que, por una sensación de protección y seguridad, giremos demasiado pronto y mucho antes del vértice de la curva. Eso nos concede el ir más pegados al interior pero, a no ser que vayamos a una velocidad extremadamente baja, perjudica nuestro último tramo de curva forzando demasiado los neumáticos, al tiempo que abrimos trazada justo en el momento más crítico.

Iniciamos la curva desde el exterior.

La curva correcta inicia desde la parte exterior de la curva, aprovechando el amplio del carril en una carretera. Así, tendremos una mayor visibilidad y nos permitirá entender mejor el ángulo de giro. Además, seremos conscientes de la ubicación real del vértice, el punto más cerrado de la curva y en el que tenemos que estar más pegados al lado izquierdo. Si nos hemos abierto suficiente, apenas necesitaremos radio de giro del volante para pasar justo por el interior de la curva.

Durante el giro no deberíamos tener que ajustar la velocidad. Si hemos frenado correctamente, nos hemos abierto al principio y cerramos en el vértice, todo este recorrido debe hacerse sin acelerar o frenar de nuevo y, mucho menos, bajar de marcha.

Una vez superado el punto de cuerda...

Salir de la curva

Una vez pasamos por el vértice podemos empezar a acelerar de manera paulatina y abrir la dirección (centrar el volante) poco a poco. Como veis en las imágenes, este punto no está en el centro de la curva, sino más bien un poco más alejado. Esta ubicación todavía es más tardía cuánto más cerrada es la curva, de ahí que abrirnos para aprovechar el carril sea tan importante para realizar una salida suave por tu lado más alejado del sentido contrario.

Si hemos realizado todo correcto, saldremos por nuestro carril.

¿Qué pasa si llueve?

Las clases en un curso de conducción nos ayudarán a establecer los tiempos y las referencias para trazar una curva correctamente, pero la carretera no es tan repetitiva. Lógicamente, deberemos adaptar la velocidad a nuestras habilidades, el conocimiento que tengamos de la vía, el tráfico y, como no, las prestaciones del vehículo.

Las condiciones de la carretera deben afectar al tacto del volante y el freno.

También modificaremos nuestra actitud ante la situación climática. Si llueve, la trazada es la misma, pero todo debe realizarse con más cuidado. El tacto es esencial para evitar reacciones bruscas del coche que pueden hacer perder la adherencia al neumático, así que la paciencia es vital. Aceleramos poco y frenamos con mimo, por ese motivo la velocidad también se reduce.

Trazar correctamente una curva es el ABC de la conducción, igual que sentarse correctamente, saber realizar una frenada de emergencia y aparcar a la primera sin que se convierta en un desafío. Esperamos que estos vídeos sobre consejos de conducción os hayan gustado, agradecer la colaboración del RACC y sus escuelas en su conducción.

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