Estos son los malos hábitos al volante más comunes entre los conductores

¡Cuidado! Si tienes alguna de estas manías al conducir, puedes quedarte sin coche

Abusar del embrague, pegarte demasiado al bordillo o circular con el depósito en reserva son algunos de los malos hábitos que influyen en el estado de conservación del coche

Si quieres que tu coche se mantenga en perfecto estado por mucho tiempo, es fundamental que lo revises periódicamente en un taller de confianza y que le realices un correcto mantenimiento. No obstante, a pesar de que cumplas con todas tus revisiones y tengas el coche siempre a punto, debes saber que tus pequeñas manías o malos hábitos de conducción, como dejar la mano apoyada sobre el pomo del cambio de marchas o apurar hasta el final para llenar el depósito de combustible, también influyen en el estado de conservación del vehículo.

Estos malos hábitos que adoptas de manera inconsciente al conducir ponen en riesgo el buen estado y funcionamiento de tu coche y pueden llegar a convertirse, con el paso del tiempo, en graves averías que pueden salirte muy caras, según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV). Por ello, es importante conocer cuáles son los vicios más comunes entre los conductores e intentar evitarlos.

No controlar la presión de los neumáticos

Circular con la presión de los neumáticos fuera del rango estipulado por el fabricante del vehículo es peligroso porque puede aumentar la distancia de frenado, reducir el agarre e incluso aumentar el riesgo de reventón. Pero eso no es todo, puesto que una presión incorrecta también causa un desgaste irregular de los neumáticos y provoca un aumento en el consumo de combustible.

Por otro lado, es muy importante que intentes evitar golpear los neumáticos en los bordillos o rozar el flanco durante las maniobras de aparcamiento, ya que las deformaciones que sufren pueden provocar daños internos que pueden tener consecuencias más graves, como un reventón.

Mantén siempre los neumáticos con la presión correcta

Circular con el depósito en reserva

Si eres de los que circula habitualmente con el depósito en reserva, debes saber que esta acción hace que las impurezas del combustible se introduzcan en el sistema de inyección y en el filtro de combustible de tu vehículo. Como consecuencia, podrías quedarte tirado en la carretera en cualquier momento y además, podrías causar daños en la bomba de combustible, provocando que el filtro de combustible no funcione de forma correcta e incrementando el consumo de combustible.

Evita circular con el depósito en reserva

Revolucionar en exceso el motor cuando todavía está frío

El aceite del motor es uno de los fluidos más importantes del coche y para usarlo correctamente tiene que encontrarse a un nivel correcto y a una temperatura adecuada. Debes saber que si el motor del coche todavía no ha alcanzado la temperatura óptima porque acabas de arrancar el vehículo y aún está frío, el aceite no circula de forma fluida por el circuito de engrase. Por ello, si le haces trabajar a grandes revoluciones, puedes provocar mayores desgastes.

Hacer un mal uso de la caja de cambios

Puedes dañar la caja de cambios de tu vehículo sin darte cuenta si tienes alguna de estas manías al volante:

Posar la mano en la palanca de cambios

Si tienes la manía de dejar la mano derecha sobre la palanca de cambios, es importante que sepas que este simple gesto daña mucho la transmisión del vehículo y puede provocar holguras en la palanca de cambios o daños más serios. Asimismo, pone en riesgo a los conductores y pasajeros, puesto que las dos manos del conductor deben de estar siempre sobre el volante.

Posar la mano en la palanca de cambios es un mal hábito al volante

Usar excesivamente los frenos

El uso excesivo de los frenos, realizando frenadas importantes, conlleva un sobrecalentamiento de los mismos, reduce la capacidad de frenada y aumenta el desgaste. Por ello, desde AECA-ITV recomiendan, siempre que sea posible, emplear el freno motor y mantener siempre la concentración en la carretera, puesto que si estás atento a la circulación puedes prevenir posibles imprevistos que impliquen una frenada brusca.

Evitar los baches

Según datos ofrecidos por AECA-ITV, al menos un tercio de todos los daños que sufren los vehículos en el sistema de suspensión, transmisión y neumáticos se deben a los baches de las carreteras. Dicho esto, siempre que puedas, cumpliendo con las normas de tráfico y sin poner en peligro a los usuarios de la vía, intenta esquivar los baches o pásalos a una velocidad adecuada para que no dañen a tu vehículo.

Exceder la velocidad en resaltos o badenes

Los resaltos son unos de los elementos de la vía más odiados por los conductores. Tienen la finalidad de obligar al conductor a reducir la velocidad del vehículo y los encontramos especialmente en los pasos para peatones. Debes saber que superarlos a una velocidad excesiva conlleva desgastes en los elementos de la suspensión del vehículo e incluso puede hacer que alguno de los elementos de los bajos del coche (escape y paragolpes delantero y trasero) golpeen contra el suelo, provocando averías más graves.

Conducir con el coche muy cargado

Recuerda que cuanto mayor sea la carga del coche, su comportamiento será más inestable ante cualquier incidencia. Además, los frenos, la suspensión y la transmisión tendrán que hacer un mayor esfuerzo y eso implica más desgaste. Así que ten siempre cuidado con el peso que lleves a bordo.

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