Del taller al juzgado: un Mini Cooper y la batalla legal por reparaciones defectuosas
Pasar por el taller es algo que ningún conductor quiere por miedo a la factura que pueda llegar o porque el coche no sea salvable. Sin embargo, es algo que es difícil de evitar, sobre todo cuando el vehículo tiene 10 años o más.
Que se lo digan sino a una mujer de Vigo que ha tenido que vivir toda una odisea digna del mismo Ulises con su coche. Fue a un taller tras suspender la ITV en 2022 y el resto es historia.
El coche que salió peor del taller que como llegó
Como mencionábamos, todo empezó en 2022 cuando presentaron su vehículo, de marca Mini, en la estación de ITV y los técnicos le suspendieron la inspección por las emisiones. Un año después lo intentaron de nuevo, pero volvieron a recibir negativas.
De esta forma, la mujer no se fio demasiado de todo lo que estaba pasando con su coche y cambió de taller. En este nuevo establecimiento le comunicaron que su coche tenía varios problemas, pero de todos destacan estos dos: sobrecalentamiento de la culata del motor y la brida metálica del depósito de agua descolocada.
Así pues, esa brida metálica ha sido el desencadenante de todo, pues ponía toda la culpa sobre el taller, ya que no es una pieza que se pueda manipular manualmente. Por ello, este fallo hizo que luego el motor tuviera problemas, porque al dejar la brida mal puesta el coche perdió líquido y se sobrecalentó.
Por lo tanto, la mujer decidió llevar todo esto a juicio por los problemas ocasionados con el taller. Finalmente, una jueza ha decido en una sentencia que el testimonio del mecánico no tiene ninguna credibilidad y deberá abonar el importe de las reparaciones en el segundo taller: casi 3.500 euros.
Pese a todo, desde el establecimiento condenado aseguran que ellos no manipularon la brida en ninguno de sus trabajos. Además, explicaban que a la mujer le llevaban avisando un tiempo de que el coche perdía agua. Sin embargo, esto mismo no aparecía en el informe de inspección, por lo que la jueza no lo ve probado.
La historia ha concluido con final feliz y comiendo perdices para la mujer, aunque habrá que ver cuantas batallas más puede aguantar su Mini Cooper. Sin duda, para esta pareja será una anécdota que contarán durante mucho tiempo.