El hidrógeno es un elemento que cambiará el futuro de la industria del automóvil

Descubre el combustible del futuro: ¿por qué el hidrógeno está a punto de transformar el mundo del automóvil?

Conoce los impresionantes beneficios del hidrógeno como combustible y cómo podría cambiar para siempre la industria automotriz

Muchas marcas ya están trabajando con el hidrógeno y en la carrera por encontrar alternativas sostenibles a los combustibles fósiles, el hidrógeno ha emergido como uno de los contendientes más prometedores. De hecho, es considerado el elemento más abundante de todo el universo y está ganando terreno como combustible del futuro. ¿Pero en qué consiste y qué beneficios ofrece?

¿Qué es el hidrógeno como combustible?

El hidrógeno es un gas ligero e incoloro que, cuando se utiliza como combustible, puede generar energía de manera eficiente y limpia. Los vehículos que lo utilizan tienen celdas de combustible que combinan el hidrógeno con el oxígeno del aire para producir electricidad.

Este proceso no sólo es eficiente, sino que su único subproducto es el agua, lo cual le convierte en una alternativa libre de emisiones contaminantes. No obstante, pese a su gran afluencia es un combustible difícil de obtener, ya que no es posible encontrarlo en la naturaleza de forma aislada.

Por otra parte, los vehículos que funcionan con gasolina o diésel emiten dióxido de carbono y muchos otros contaminantes. Además, durante su fabricación también se produce una huella de carbono muy alta, por lo que el hidrógeno juega un papel importante en las energías renovables.

La forma de “repostar” un coche de hidrógeno

De hecho, los coches eléctricos también contaminen mucho en su proceso de producción, pero muchos coches de hidrógeno no necesitan en su fabricación elementos como el níquel o el litio. Por lo tanto se reduce mucho la huella de carbono. Otro aspecto que supera a los eléctricos son los tiempos de recarga, pues los coches de hidrógeno apenas tardan unos pocos minutos, como los de gasolina

Desafíos a superar del hidrógeno

A pesar de sus numerosos beneficios, si aún no se ha convertido en el combustible que mueve el mundo es, básicamente, por sus altísimos costes de producción y almacenamiento. Es más, la infraestructura de recarga del hidrógeno todavía es muy limitada y, pese a ser un elemento muy abundante, solo se obtiene a partir de otras que lo contienen.

Tampoco existe una infraestructura de producción, almacenaje y transporte del hidrógeno y su potencia no es semejante a los motores de combustión, ya que puede llegar a reducir la potencia hasta en un 15%. Sin embargo, con inversiones continuas y avances tecnológicos, estos obstáculos están siendo abordados de manera progresiva.

El futuro del hidrógeno en la automoción

La industria automotriz está invirtiendo fuertemente en el desarrollo de vehículos de hidrógeno. Grandes fabricantes como Toyota, con su Toyota Mirai, o la empresa alemana WMV, con el modelo iX5 Hydrogen, ya han lanzado modelos comerciales, y muchas otras marcas están en proceso de hacerlo y seguir sus pasos.

Los coches de hidrógeno se postulan como el futuro verde de la automoción

Además, las políticas gubernamentales de apoyo y las iniciativas globales, como la Agenda 2030, para reducir las emisiones de carbono están impulsando aún más el desarrollo de esta tecnología.

En conclusión, el hidrógeno representa una promesa significativa para el futuro de los combustibles automotrices. Su capacidad para proporcionar una energía limpia y eficiente, junto a su potencial de producción sostenible, lo posiciona como una solución viable para un futuro más verde y menos dependiente de los fósiles.

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