¿Por qué las matrículas españolas no tienen nunca ninguna vocal?
Como habrás podido observar en las carreteras, todos los vehículos que circulan por la vía llevan, al menos, una placa de matrícula que los identifica. Aunque lo normal es ver una en la parte delantera y otra en la trasera, existen algunas excepciones, como las motocicletas. Sin embargo, si hay algo que todos los vehículos tienen en común es que en sus matrículas nunca encontrarás una vocal. ¿Por qué? Te lo contamos a continuación.
Modificar la matrícula
Aunque existe una normativa muy firme en lo referente a las matrículas y hacer cualquier tipo de modificación en ellas está considerado por la DGT como una infracción muy grave, hay algunos tipos de placas que seguramente no hayas visto nunca, y es que en algunos países modificarlas es legal y los propietarios incluso pagan una auténtica millonada por tener una letra o palabra concretas.
En España, la DGT permite modificar el fondo de la matrícula incluyendo diseños geométricos que no alteren el conjunto de las letras y los números y que permitan verlos correctamente. El marco también puede ser modificado con publicidad o alguna otra palabra o frase; y el material también puede variar entre metacrilato o metal, pero olvídate de poner las letras o números que tú quieras o colores llamativos, pues está completamente prohibido.
Las vocales
Como habrás podido observar, las matrículas actuales de los vehículos están compuestas por 4 números y tres letras, dispuestos en una misma fila (por lo general). Los caracteres se encuentran colocados de tal forma que puedan hacerse el mayor número de placas posibles sin repetir ninguna.
La primera parte de la matrícula (los cuatro números) permite un total de 80 millones de matriculaciones. La numeración comienza con el 0000 y acaba en el 9999, de modo que se pueden hacer hasta 10.000 combinaciones distintas con estos números de cuatro cifras, que se combinan con las letras que les siguen. Sin embargo, como es lógico, llegará un momento en el que las posibilidades se acaben y haya que idear un nuevo método o repetir matrículas.
Lo que sí que habrás podido observar es que ninguna matrícula -a excepción de las provinciales antiguas- cuenta con vocales en ella. Esto se debe básicamente a que desde la DGT intentan evitar la formación de nombres propios, siglas o palabras malsonantes, como podría ser “BEA”, “EDU” o “ANA”. Las consonantes “Q”, “Ñ”, “LL” y “CH” tampoco están incluidas para evitar que sean confundidas con otros caracteres, como el número “0” o la letra “N”.