Peugeot XP400: apuesta crossover para el buque insignia
Las tendencias son inevitables y la moda de los SUV’s estaba tardando en llegar a las dos ruedas. Fue Honda, con su X-ADV, el que rompió la barrera mental de la estética off-road para un scooter pensado para la ciudad. Es cierto que tiene buenas capacidades para fuera pista, pero su éxito fue arrollador en las metrópolis como Barcelona y Madrid. Es de esperar que estemos ante un cambio en la era del diseño urbanita y el lanzamiento del Peugeot XP400 es una de las primeras muestras. No han inventado la rueda, pero sí será su buque insignia con un precio de más de 8.000 euros, las noticias “malas” primero.
La imagen crossover llega a Peugeot Motorcycles a través del segmento GT, el más adecuado por su potencia y tipo de cliente. Hablamos de un comprador que busca una estética diferencial, acorde a sus pretensiones premium e innovadoras, al tiempo que requieren de un motor con prestaciones suficientes para salir de la ciudad. Es más, tras la prueba por las carreteras de Málaga, el XP400 mostró su mejor versión fuera pista, por un tramo sin asfaltar y con el suelo roto, e incluso admite desconectar el control de tracción para una mayor cesión ante la pérdida de adherencia off-road.
El primero de los atributos, el estético, lo cumple la XP400 y con notable. Como sucede en los modelos PM-01 125 y 300, el XP400 adopta ciertos guiños de los turismos del león, como las luces diurnas DRL (full-LED) en forma de colmillos delante y de garras para el faro trasero de tres secciones. Además, a este SUV de dos ruedas lo han dotado de líneas afiladas por toda la carrocería y una altura notable respecto al suelo, pese a dar una imagen más horizontal que su competencia.
Con 815 milímetros hasta el asiento, un motorista de menos de 1,60 se las verá para llegar cómodamente, pero siempre queda el recurso de acercarse al manillar. Bajo el asiento encontramos un hueco muy profundo para un casco integral, que no puede ser de tamaño grande o modular, junto a otro hueco para los papeles y documentación bajo el asiento del acompañante.
Como broche a su inspiración trail, encontramos un pico en su guardabarros, además de las protecciones laterales para el frontal, protector del suelo y los paramanos, que serán opcionales y llegan como accesorios en el configurador. También tenemos unas llantas de 17 pulgadas, que serán de radios y con neumáticos de tacos en función de la versión. Eso sí, el cliente final puede elegir entre dos acabados: Allure y GT.
El primero de ellos está pensado para el conductor asfáltico o de ciudad, con el tono verde específico Aurora Stin Green o el Sideral Mat Black y neumáticos Pirelli STR Rally de 110/70 con llanta de 17 pulgadas delante y 160/60 con llanta de 15 pulgadas atrás. El Peugeot XP400 GT, en cambio, está disponible en tono gris o blanco con parabrisas ahumado, llantas de radios y unas suspensiones desarrolladas para la conducción deportiva.
El precio de partida es de 7.995 € para el Allure y de 8.395 € para el GT, un coste que la sitúa por encima de alternativas como la Honda ADV350, que ofrece una conducción más deportiva, y la Kymco DTX 350, que supera en todos los apartados. Los argumentos para ese precio están, pero la “marquitis” entre los motoristas puede suponer un escollo.
Empezando por el equipamiento y la calidad percibida del XP 400. Este crossover es de lo más moderno, digital y sofisticado, con una pantalla TFT de 5 pulgadas de gráficos extraídos del turismo y compatible con los smartphones. Además, introduce la navegación paso a paso y, como se trata de un modelo premium, ofrece acceso sin llave y la presencia de un USB.
Un motor ‘casi’ para todo
El bloque utilizado es el del Metropolis, que es el vehículo del que han partido para poder desarrollar su XP400 desde cero. Es el PowerMotion Euro 5 de 400 cc que rinde 26,5 kW (36,7 CV) con el corte en 8.150 vueltas y un par máximo de 38,1 Nm sobre las 5.400 rpm, de ahí su mejor empuje sea arriba, con un comportamiento lineal a la par que agradable pero no demasiado reactivo. El consumo homologado es de 3,8 l/100 km y tiene un control de tracción de dos niveles, capaz de desconectarse para terrenos fuera pista.
Pese a su enfoque urbano, el XP400 está dotado de una buena parte ciclo, capaz de imaginarlo como un modelo para escapadas esporádicas de fin de semana. La suspensión delantera se debe a una horquilla invertida KYB de 140 mm de recorrido y un monoamortiguador trasero de 5 niveles, que podemos ver bajo el asiento del paquete por su diseño en arco. Esta configuración les concede más recorrido y suavidad, al tiempo que mantiene la rigidez estructural para combatir movimientos transversales habituales en los scooters.
El sistema de frenos está compuesto por un doble disco delantero de 295 milímetros y un único disco trasero de 240 mm. No está nada mal, pero el peso de 231 kilogramos se deja notar en las zonas más reviradas, con cierta lentitud en las reacciones y unas inercias que deberás tener en cuenta. Eso sí, el aplomo a velocidades altas es notable, dado que el chasis ha sido reforzado y la distancia entre ruedas es significativa, por lo que sientes estabilidad incluso por encima de los 100 km/h.